"Este año quiero ganar en América", era la reflexión de Azahara Muñoz antes de comenzar la temporada. Sus últimos títulos han sido colectivos, con España o Europa, o en suelo europeo. Pero hace camino de tres años que no consigue besar un trofeo en suelo americano.

Ayer no anduvo lejos de hacerlo en las Bahamas, donde se cerró el Pure Silk Classic. La malagueña entró en la jornada final con plenas opciones de triunfo. Cuando su recorrido estaba por el hoyo 15 estaba a un solo golpe de la cabeza. Pero un bogey en el hoyo 16 le impidió aspirar a algo más. Acabó en séptima posición, con un acumulado de -11 (tarjetas de 69, 72, 70 y 70 golpes) y a tres golpes de las líderes, la tailandesa Ariya Jatanugarn y la surcoreana Sun Young Yoo, que al cierre de esta edición se disputaban el título en un desempate.