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Baloncesto cuatro meses después

  • El Carpena acoge su primer partido tras el celebrado el 5 de junio en la serie de semifinales ante el Barcelona · Día para que algunos recordaran el pasado y otros comenzaran a ilusionarse con el presente

El baloncesto regresó al Martín Carpena. Cuatro meses después de la última canasta, la última falta, la última asistencia sobre el parqué cajista, el deporte de la canasta, el que mayores éxitos deportivos ha dado a la ciudad, volvió a su templo en el sur de Europa.

Lejos, muy lejos, quedaba ya aquel segundo partido de semifinales ante el Barcelona en el que el equipo malagueño se ganó el derecho a pelear unos días después en el Palau Blaugrana por una plaza en la final de la ACB. 120 días en los que el Unicaja ha cambiado de cara y de nombres. Tanto que la plantilla que ayer se presentó ante la afición tan sólo repetía cuatro nombres respecto a la de la campaña pasada. Día para que algunos recordaran el pasado y lamentaran la ausencia de jugadores como Ndong, Haislip y Cabezas y para que otros comenzaran a ilusionarse con el presente. Día de estrenos en el que Pooh Jeter, Taquan Dean, Saúl Blanco, Joel Freeland, Giorgos Printezis y Guillem Rubio experimentaron las primeras sensaciones de verde en el Carpena. También para que Nedzad Sinanovic volviese a sentirse partícipe en un equipo de élite. Sus días están contados hasta el regreso de Archibald.

La ocasión merecía el esfuerzo que siempre conlleva desplazarse hasta el oeste de la ciudad en hora punta. También lo merecía el carácter solidario del encuentro (los beneficios fueron a parar a la obra social de la cofradía de la Pollinica). Y así lo entendieron los cinco mil aficionados que se dieron cita en el Carpena. Había ganas de balocesto. Los incondicionales no faltaron, pero habrá que esperar al domingo para ver el Palacio vestido de gala con motivo del inicio liguero.

Primer corro de la plantilla en el túnel de vestuarios. Cambia el grito de guerra. Ahora se emula a los espartanos en la película 300. Primera rueda de calentamiento. Se ven detalles. A Printezis le agrada gustarse con un recital de mates, Taquan Dean luce unos calentadores rojos, al estilo Garbajosa, y Jeter no se marcha al banco hasta que no encesta bajo el aro. También llegan los primeros aplausos. El pabellón se queda a oscuras y un foco señala uno por uno a los integrantes del Unicaja 09/10. Parece un partido de auténtica competición. Sólo chirría el vestuario del cuerpo técnico, que se guarda el traje para el debut del domingo. También se produce la primera gran ovación. El destinatario, Joel Freeland al marcharse al banquillo después de anotar 14 de los primeros 18 puntos del equipo. Después volvió al parqué y siguió sumando y sumando. Puede que ayer naciera el nuevo líder que club y afición tanto ansían.

La primera acción ofensiva del equipo es toda una declaración de intenciones. Saque de fondo tras canasta del Dynamo, carrera de Jeter al más puro estilo de su hermana Carmelita y asistencia para que Printezis inaugure la cuenta cajista. Los primeros rumores son de nuevo originados por Jiri Welsch y las primeras sonrisas se producen en el banquillo mientras Freeland anota y anota hasta llegar a los 24 antes del descanso. Expectación y diversión. Es lo que provoca ver baloncesto cuatro meses después.

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