Un socio del FC Barcelona ha denunciado ante el juzgado de guardia al defensa del Real Madrid Pepe por pisar al delantero del Barcelona Lionel Messi durante el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey el pasado miércoles 18 de enero, al considerar que daba un mal ejemplo a su hijo de diez años.

El denunciante es Stefan Froreich, socio número 91.099, de nacionalidad alemana pero residente en Barcelona desde hace varias décadas, que ha acusado a Pepe de un delito de lesiones previsto en el artículo 147 del Código Penal. "No sé lo que otros piensan, pero creo que es mi obligación hacerlo, porque esas personas son un ejemplo", ha aseverado Froreich. "¿Qué le digo yo a mi hijo de diez años? ¿Que es normal, que también puede hacerlo en un campo de fútbol?", ha explicado.

La denuncia, presentada por un despacho de abogados en un juzgado de guardia de Barcelona, argumenta que la agresión de Pepe a Messi se produce de forma premeditada y con el partido interrumpido, por lo que no puede considerarse un lance de juego y sí objeto de delito. "En relación con la eventual concurrencia de impunidad por considerarse que la lesión objeto de la presente denuncia se ha producido en el transcurso de un evento deportivo, debemos tener en cuenta que ello no exime de responsabilidad penal, cuando los hechos objeto de denuncia se producen fuera del tiempo de juego (como era el presente caso) y cuando además concurre dolo en la agresión (y no una mera preterintencionalidad)", señala el escrito.

El denunciante aporta una prueba videográfica de la agresión y varios recortes de prensa haciéndose eco de la misma, así como una sentencia de la Audiencia de Barcelona de abril de 2002 en la que se condena al demandado por un delito de lesiones por agredir a un rival durante un partido de fútbol cuando el juego estaba parado. "Yo educo a mi hijo con un baremo de que eso no se hace, que debe jugar limpio. El fútbol es un deporte de contacto, está claro, pero a mi hijo le digo que no sea mala persona. Y lo que ha hecho Pepe es de mala persona", ha señalado Froreich.

El denunciante ha pedido al juzgado de instrucción que incoe diligencias previas contra Pepe, solicitando a Mediapro la copia completa de las imágenes del partido y a los servicios médicos del FC Barcelona el informe médico referente al estado de la mano de Messi. Froreich entiende que el FC Barcelona "no haya denunciado porque no quiera poner más problemas entre las dos entidades, lo cual puede ser comprensible, pero lo que no parece correcto es que los organismos de competición no hayan hecho nada".

Si prospera la denuncia del socio azulgrana, Pepe podría enfrentarse a una pena de entre tres y seis meses de cárcel o bien una multa a decisión del juez, según ha asegurado el abogado del socio barcelonista, Felipe Izquierdo, quien ha recordado que "el hecho de que no se denuncie habitualmente este tipo de situaciones no quiere decir que no se pueda hacer".

Competición no entra de oficio en el pisotón

El Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) no ha entrado de oficio a estudiar el pisotón de Pepe a Messi. La RFEF confirmó que el Comité resolvió las sanciones correspondientes a los partidos de la última jornada de Liga en Primera y Segunda división y que no analizó la acción de Pepe sobre Messi, que no fue reflejada en el acta arbitral de Muñiz Fernández, ni denunciada por el Fútbol Club Barcelona ante este órgano disciplinario.

Hace dos días, el Juez de Competición de la RFEF, Alfredo Florez, que preside el Comité de Competición, estudió las actas arbitrales de los partidos de ida de los cuartos de final de la Copa y amonestó al defensa madridista "por juego peligroso" en el encuentro contra el Barca, en el que vio una tarjeta amarilla en el minuto 16 "por derribar a un contrario en la disputa del balón". Florez también decidió amonestar por juego peligroso a los madridistas José Callejón, Ricardo Carvalho y Fabio Coentrao y al azulgrana Gerard Piqué, junto a sus compañeros Carlos Puyol, por formular observaciones al árbitro, y Sergio Busquets, por discutir con un contrario sin llegar al insulto ni a la amenaza.