El Barcelona puso fin a una racha negativa de cinco derrotas consecutivas -tres en la máxima competición europea- ante el Olympiacos en un encuentro en el que el conjunto azulgrana recuperó finalmente las sensaciones defensivas que acabaron por desconectar a un rival que en el Palau Blaugrana perdió la condición de invicto en la Euroliga.
El conjunto entrenado por Sito Alonso volvió a jugar como un bloque, anuló en la pintura a Printezis (cinco puntos) y provocó que su rival terminara el choque con 21 balones perdidos.
Prueba del juego coral del Barcelona lo demuestra que, a excepción del reaparecido Claver, anotaron todos los jugadores de la plantilla, con Oriola (11 puntos) y Séraphin (13 puntos) como principales argumentos ofensivos.
Fue el último cuarto el que definió el signo del encuentro gracias a un parcial barcelonista de 24-10, que deparó un triunfo balsámico para un equipo aún en construcción.
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