El Betis se impuso por 3-1 y tomó aire en la zona baja de la tabla, aunque el triunfo no se pudo evaluar en su justa medida, ya que estuvo desvirtuado al jugar el Almería casi todo el encuentro con nueve futbolistas por la expulsiones de Acasiete y Cobeño. A los 23 minutos de juego, los visitantes ya habían perdido a estos dos jugadores, por lo que la victoria local sólo fue cuestión de tiempo.

El equipo de Unai Emery trabajó bien en defensa, con las líneas adelantadas y con rapidez en el ataque cuando tuvo el balón. Los visitantes avisaron a los seis minutos en una buena incursión de Crusat que no supo culminar Negredo, pero poco después empezaron a sucederse acontecimientos que desvirtuaron el choque.

El árbitro anuló a Pavone un tanto por fuera de juego en una acción que fue muy protestada e instantes después señaló un penalti de Fernando Vega sobre Ortiz. Negredo transformó el penalti, aunque los almerienses tuvieron poco tiempo para digerir ese tanto ya que al cuarto de hora de juego Acasiete vio la segunda tarjeta amarilla. Esta circunstancia espoleó al Betis en busca del empate y los de Paco Chaparro acosaron el área visitante hasta que Velasco Carballo vio un penalti por falta del meta Cobeño a Rivera, lance que además le costó al portero la roja directa.

Edu no desaprovechó la oportunidad de poner el empate y de empezar a encarrilar un partido ya de claro color verdiblanco. Pese a ello, el Almería se defendió como pudo. Pero en la segunda parte el Betis se aprovechó de los grandes espacios que generó el Almería para buscar una victoria que no tardó en llegar gracias al doblete de Pavone.