Tiene a los mejores centrocampistas del mundo y domina la pelota sin oposición, pero la selección española ya no sorprende a sus rivales, que se encierran en su área evidenciando una falta de contundencia en la campeona mundial y europea.

El conjunto de Vicente del Bosque venció por 2-1 a Bielorrusia y se quedó a un punto de lograr el billete para el Mundial de Brasil 2014. Lo hizo con muchas dificultades, lo que dejó un sabor agridulce en la penúltima jornada de la fase de clasificación.

España no pudo generar tantas ocasiones de peligro y durante varios momentos se vio inmersa en un juego ofensivo previsible y sin sorpresas, que se hace todavía más evidente cuando los oponentes se encierran.

"Todos nuestros rivales son así. No hemos tenido profundidad, pero lo importante es que ganamos y que estamos cerca del objetivo", analizó Del Bosque.

Después de conquistar la Eurocopa de Polonia y Ucrania 2012, España comenzó a demostrar cierta falta de recursos a la hora de quebrar defensas numerosas en espacios reducidos. Aunque la campeona Mundial mantuvo su eficacia a lo largo de la presente clasificación, también protagonizó resultados inesperados a lo largo de la misma, como una victoria por 0-1 sobre Georgia o un empate (1-1) contra Finlandia en casa.

"Los rivales saben que nosotros vamos a tener el balón, así que se encierran atrás e intentan salir a la contra. Todos los partidos son calcados", afirmó Xavi Hernández, el principal cerebro de la construcción de juego del equipo español.

Del Bosque apostó en el duelo ante Bielorrusia, tras el descanso, por una defensa integrada por tres jugadores, después de que el combinado nacional no fuera capaz de pasar del empate a cero en los primeros 45 minutos. Andrés Iniesta sustituyó a Nacho Monreal y se colocó en la banda izquierda, mientras que Pedro manejó todo el flanco derecho, tanto en ataque como en defensa.

Mientras que el seleccionador español sigue sin decantarse públicamente por Víctor Valdés e Iker Casillas para ocupar la portería, la figura del delantero central o el ya famoso falso nueve sigue siendo el gran enigma del 11 inicial, cuando falta menos de un año para la cita más importante del fútbol.

Michu, el nuevo de la clase, no pudo terminar de adaptarse al juego del equipo. Por su parte, Álvaro Negredo, el mismo que se quedó fuera del certamen de Sudáfrica por una sucesión de actos de indisciplina en la Liga y que no fue convocado para la última Copa Confederaciones, se muestra por ahora como el delantero más en forma. "Primero tenemos que clasificarnos y de aquí al Mundial queda mucho como para saber si el seleccionador me llevará o no. Yo trabajaré para conseguirlo", dijo el atacante del Manchester City.

La selección española finalizará su fase clasificatoria europea este martes, cuando recibirá a Georgia en el, a priori, partido más accesible del grupo. El conjunto de Del Bosque afrontará su último partido oficial antes del Mundial con el objetivo de recuperar la buena imagen de la Eurocopa 2012 y de reafirmarse como el rival a batir en Brasil.