La marcha de Panchi Barrera deja margen de maniobra para acometer un refuerzo que equilibre la plantilla del Unicaja. Y en ello anda el club malagueño, que no ha dejado de estar en el mercado desde que comenzó la temporada, esperando una pieza para insuflar calidad a la plantilla. La idea es que tenga un impacto similar al que tuvo la pasada temporada Juan Dixon. Obviamente, un ideal muy complicado de conseguir.

Aíto dejó caer repetidamente, en comparecencias públicas y en privado, que pocos jugadores le han impactado tanto como Dixon en su larga carrera. Le suele poner como ejemplo de integración súbita, incluso durante esta temporada. Llegó un martes a Málaga y el domingo por la mañana dio una exhibición en Fuenlabrada. En un mes se cumple la sanción por dopaje de un año que se le impuso por un positivo en su etapa en el Aris de Salónica. Es una opción que está ahí y que seduce y crea dudas a partes iguales. La plaza de extracomunitario está libre porque a Lima se le podría bajar al Clínicas Rincón de manera más continua. El año de inactividad de un jugador próximo a cumplir los 33 es un motivo de debate. También un carácter complicado. Pero quedó la esencia de un jugador de calidad suprema en el puñado de partidos que jugó con el Unicaja.

Dixon es uno de los muchos nombres que se manejan. Se haría lo propio con Haislip, que ayer rescindió su contrato con el Caja Laboral después de que se marchara a Estados Unidos sin permiso del club. Pero la reglamentación de la ACB impide que un jugador extraeuropeo con contrato garantizado de un año juegue en otro club durante la misma temporada. Ocurrió la pasada temporada con Taquan Dean, que sólo pudo jugar Euroliga con el Caja Laboral cuando fue cortado por el Unicaja. Otro caso distinto es de los contratos temporales. Es el vericueto que han utilizado los vitorianos y en Fuenlabrada para consumar el traspaso de Esteban Batista al Baskonia.

No se busca una posición concreta, sino que se apunta a la calidad del jugador. Resuelta la papeleta en la posición de base, con McIntyre y la inminente renovación de Blakney hasta final de temporada, del puesto de dos al puesto de cinco hay una amplia baraja para acometer ese refuerzo. Hay descartes en la NBA, que aumentarán en breve cuando se cierre el mercado de contratos temporales. Ayer fueron cortados, por ejemplo, Ime Udoka y Damien Wilkins, dos exteriores de nivel.

En los últimos días del año 2010, el presidente, Eduardo García, recordó que el presupuesto es un cajón en el que se pueda meter la mano y que estaba cerrado. El Consejo está abierto a que se le convenza con un nombre de jugador que pueda revertir la complicada situación del equipo.