El guión del partido lleva sello argentino. Dos maneras de ser decisivos en el partido demostraron Willy Caballero y Diego Buonanotte. El guardameta fue el único capaz de contener al Granada en la primera mitad. La mejor parada de la noche la hizo a los 13 minutos, en un saque de esquina cabeceado por Diakhaté. Luego se lució ante Ighalo en una volea a quemarropa. En la segunda mitad, con el resultado ya bajo control, también dejó alguna buena intervención. Su compatriota tuvo el cuarto de hora final, donde interpretó a la perfección lo que tenía que hacer. Electrificó el choque y permitió la sentencia. Primero forzando la falta del 3-0, luego dándole el cuarto a Santa Cruz en una hermosa combinación.

Weligton también completó una noche casi perfecta. El rebote en Camacho le impidió coronar la actuación con un buen tanto de cabeza. Luego Toño le frustró otro cabezazo. Eliseu dejó el regate del partido quebrando la cintura de Juanma Ortiz y Monreal dio la alegría con sus 45 minutos de rotación. Joaquín sumó otra notable actuación.