A las puertas. Así se quedó la selección española júnior masculina, que no consiguió vencer a Francia en la final del Campeonato del Mundo de la categoría que se ha disputado esta pasada semana en Georgia. Los galos se impusieron a los chicos de Alberto Suárez por 28 a 25 y se llevaron el oro para Francia, mientras que España se tuvo que conformar con la plata. A Málaga llegará la de Álvaro Cabello. El jugador del GAES Málaga anotó un tanto en la final, pero no pudo hacer nada para evitar la derrota del combinado español, que luchó hasta el final por cambiar el signo de un partido dominado desde el inicio de la segunda parte por Francia.

Como sucedió en Argentina 2011, España se quedó a las puertas de un triunfo que se le resiste, no a nivel absoluto, donde España sí se ha colgado el oro, sino en categoría júnior, donde el conjunto español se ha subido al segundo peldaño del podio en dos ocasiones. Al partido llegaban las dos selecciones en condición de invictas, algo que solo podría mantener una. Francia partía como gran favorita, al llegar a la última cita del torneo arrasando en los partidos previos, mientras España sufrió algo más en alguno de sus partidos.

Villeminot fue el verdugo en los galos: anotó 13 goles de 14 lanzamientos totales

Kyllian Villeminot fue el principal verdugo hispano. El central galo se convritió en una pesadilla para los chicos vestidos de rojo desde el inicio, finalizando el partido con un total de 13 goles. Solo falló un lanzamiento de los 14 que intentó. El francés fue elegido como MVP del torneo mundialista a la finalización del choque. En España destacó Pol Valera. El lateral del Balonmano Granollers anotó ocho goles en 10 lanzamientos.

La primera mitad fue muy igualada, con ligeras ventajas, que acabó con una por la mínima para el combinado español (12-13). Pero el comienzo de la segunda parte fue demoledor. Francia arrancó con un tremendo parcial de 5-0 que marcó el resto del encuentro. España, con dos tiempos muertos de Alberto Suárez mediante, intentó reaccionar. Con velocidad en los ataques y un juego inteligente, los hispanos fueron recortando diferencias.

Una labor que concluyó a cinco minutos del final, momento en el que Mamadou Diocou ponía el empate en el marcador. Fue el momento en el que Villeminot volvió a aparecer y marcó las diferencias en los instantes finales, que dejaban el marcador en el definitivo 28-25. España se quedó sin oro pero con gran orgullo.