El peor enemigo de un delantero no es un defensa contundente, sino la ansiedad por marcar. Ninguno se libra de dicha pandemia, aunque a veces muchas cuentan con atenuantes a su favor. Fiel exponente de ello es Felipe Caicedo, que tras cuatro partidos como titular aún no se ha estrenado, si bien todavía se halla en proceso de adaptación. Aunque cada domingo sin gol será una mella en su confianza, él confía en que esto no se produzca. "Espero tener la oportunidad de marcar pronto", señaló ayer.

El atacante en préstamo está tranquilo (basta escucharle hablar o tratarlo unos segundos para comprobarlo), ya no sólo por saber su actual rol, sino porque percibe que sus entrenamientos y trabajo en los partidos están convenciendo a sus compañeros y sus jefes. "Tengo el apoyo y la confianza de los técnicos y de mis compañeros. El trabajo y las ganas que tengo se están viendo en la cancha y espero ratificarlo con goles", manifestó el ecuatoriano, quien afirma con rotundidad que su forma física empieza a parecerse a un estado muy parecido a su cien por cien: "Me siento bien en los entrenamientos, que son muy exigentes. Y físicamente me encuentro bien".

Siempre es un buen momento para conseguir un tanto, aunque por aquello de la cercanía en el tiempo el Racing de Santander se perfila como el primer rival a batir de Caicedo. A priori, el desgaste físico y emocional por la eliminatoria de semifinales de la Copa del Rey debería ser una baza en favor de los blanquiazules, aunque el delantero de Muñiz no lo ve así. "Son un buen equipo al que le tenemos respeto. Los jugadores del Racing son como nosotros y están acostumbrados a jugar miércoles y domingo, no tendrán problemas por ello. Hay que pensar únicamente en hacer nuestro trabajo bien y sumar tres puntos".