Calleja jugó ayer el vigesimoquinto partido de la temporada (actuando más de 45 minutos) que le permitiría renovar automáticamente el contrato que firmó con los actuales gestores de la entidad blanquiazul. Pese a ello, tanto el jugador como su agente, Rafael Zurro, ya confirmaron hace dos semanas que el madrileño no se acogería a esa cláusula para prolongar su continuidad en el Málaga. Por ello, la entidad y el jugador abrieron hace una semana un nuevo escenario que sentara las bases de su futuro contrato. Como confesó Fernando Sanz en este periódico, el acuerdo entre las partes está "muy cercano". Sólo algunos flecos están alargando la negociación.

El Málaga le ofrece un contrato con una duración de dos temporadas más otra opcional en función del número de partidos que dispute en ese segundo año. Ése es el único punto en el que divergen ambas posturas, ya que el objetivo del madrileño es firmar un contrato de tres temporadas. Pese a ello, el deseo del madrileño es continuar en el Málaga y poder jugar en Primera. Si este punto enquista las negociaciones, estaría dispuesto a negociar si obtiene otros incentivos. Ayer, al final del partido y cuestionado sobre este asunto, fue muy explícito: "Chapó para la directiva y el entrenador".