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Camacho, pulmón y pichichi

  • El centrocampista maño lleva seis goles a lo largo de 2014, cifra que únicamente ha podido igualar Santa Cruz. Su cotización se dispara.

"Si sigue así, nos va a durar poco, pero nos va a dejar mucho dinero". La frase es de un directivo del Málaga tras el empate de Riazor, con otro gol de Ignacio Camacho. El maño marcó un gol que puede ser decisivo en la eliminatoria. Un gol que le redefinió como tipo peligrosísimo en las acciones a balón parado. Es su especialidad junto a la gran capacidad de despliegue y dominio de la medular, suertes que también supo manejar a la perfección contra del Deportivo. Lo último, ser el sostén del equipo en el centro del campo, casi se le presupone, pues ha acostumbrado a su afición a partidos de ese calibre. Él sabe de su capacidad para hacer daño con la testa, aunque trata de rehuir objetivos en esa parcela. Pero ahí está, suma y sigue. De hecho, se ha convertido en un todocampista espectacular del Málaga. Casi infranqueable en el doble pivote, comparte con Roque Santa Cruz el honor de ser el máximo goleador blanquiazul en lo que va transcurrido de 2014.

Así que la aportación del ex del Atlético de Madrid se puede medir a través de varios termómetros. Su capacidad de esfuerzo sí que la conocen los miembros del cuerpo técnico, ahí quedan los impresionantes datos que quedan reflejados en los pulsómetros; más imponderable resulta su capacidad de liderazgo en la medular. Por tierra y por aire, resulta un valladar partido sí y partido también, raro es encontrarle un partido en las últimas temporadas en el que haya naufragado en el centro del campo. Quiso Bernd Schuster lanzarle un dardo al principio del pasado curso con aquello de que había sido titular en la Liga de Campeones porque tenía al lado a Toulalan. Pero el centrocampista galo seguro que está satisfecho del rendimiento de su excompañero en el Málaga. De hecho, era complicado suplir el vacío que había dejado el galo en el centro del campo; él retomó el legado de su ausencia haciéndolo olvidar y convirtiéndose en uno de los centrocampistas de moda. La llamada de Vicente del Bosque el mes pasado fue la consecuencia de un rendimiento más que notable tanto en este arranque de temporada como en las dos últimas. Nápoles y Oporto ya le lanzaron la caña el pasado verano; el que viene se prevé un embudo de clubes intentando hacerse con los servicios de Camacho, que tiene la edad de un joven (24) y la experiencia de un veterano (casi 200 partidos oficiales a nivel de clubes y selecciones).

Seis tantos, todos ellos en acciones a balón parado. El Deportivo de la Coruña fue su última víctima en el curso natural. Antes habían probado la medicina de su daño en esta rutina del juego el Espanyol (esta temporada) y Celta y Granada, que encajaron sendos dobletes del baño en acciones de estrategia. No sólo es revelador que comparta la posición de máximo goleador de 2104 con el mejor referente ofensivo, Santa Cruz, sino que también esté por delante de tipos como Samu, Amrabat y Juanmi, todos ellos con cinco. Faltan cuatro encuentros para echar el cierre al año (contra el Deportivo, por duplicado; el Celta y el Elche, precisamente víctimas suyas este en los últimos meses) y en juego está el título honorífico de pichichi, una guerra en la que él no se incluye pero en la que se ve capacitado para estar inmiscuido.

Goles, juventud y kilómetros le convierten en un jugador muy cotizado. La última revisión de la agencia de valores futbolísticos transfermarkt la situaba en 6,5 millones el pasado mes de julio, aunque su rendimiento seguro que lo mejorará cuando publiquen la siguiente oleada a finales de año. Una cantidad, no obstante, muy por debajo de lo que se está pagando en el mercado por jugadores de su corte (sin ir más lejos, el Málaga rechazó 7 millones del Oporto por Sergi Darder).

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