La continuidad de Nik Caner-Medley es una de las grandes decisiones de este verano en clave del Unicaja. Su contrato es alto, el club debería pagar más impuestos y para quedarse debería bajar de manera considerable su caché. Además, sus rodillas plantean alguna duda física.

Es un asunto que está sobre la mesa. No es sencillo mejorar la calidad del de Massachussets, que antes de marcharse a Estados Unidos mostraba su predisposición absoluta a continuar en Málaga. "Me encantan la ciudad, los aficionados, los compañeros; tenemos una relación muy buena. Hablo mucho con Joan y veremos, me encanta este sitio, es el mejor de toda mi carrera y estoy muy contento aquí", aseveraba Caner-Medley, quien a sus 31 años aún tiene buen baloncesto por delante.

Esa posición de cuatro es una de las que marcará la próxima plantilla que se confeccione. Si Caner-Medley sigue o no se deberá determinar en las próximas semanas. Tiene pros y contras, pero para nada es descartable que continúe.