Málaga master internacional de tenis

El Carpena se deja seducir por los grandes

Llegó siendo el menos conocido del Málaga Master y se fue siendo uno de los más aplaudidos. La entrega que Pablo Martín, el tenista federado por Málaga, protagonizó ayer en su choque ante David Ferrer le valió al vallisoletano para ser el ojito derecho del público en la primera jornada del torneo internacional.

Martín, además, fue capaz de despertar al escaso público presente en el Carpena (la entrada no superó la mitad del aforo, probablemente por ser un día laborable), que estuvo sumido en un letargo durante los primeros puntos del partido. "Vamos Pablete", se escuchaba a algunos aficionados, "¡Ánimo Pablo!", decían otros. Y es que el gran Ferrer se vio ayer un poco eclipsado por el novato en estos torneos, Martín, a quien la afición ovacionó en pie cuando abandonó la pista.

Una vez ya metido en materia, el público presente en el Palacio de Deportes, que experimentó un notable aumento antes del comienzo del segundo partido, vibró al máximo con el choque entre Feliciano López y Nicolás Massú.

La intensidad del encuentro, mucho mayor que la del primero, provocó que los aficionados no se despegaran de la silla ni lo más mínimo y que sufrieran con cada uno de los juegos y, sobre todo, con el apretado tie break .

El momento cumbre llegó sin duda al final del primer set. Un juez de línea, que tardó demasiado -a juzgar por los espectadores- en cantar una bola, se llevó pitos e incluso gritos de prácticamente la totalidad de la grada.

El duelo Feliciano-Massú gozó de humor, calidad y mucha, pero que mucha tensión. Los aficionados, mucho más metidos en el juego (y con mucho más que ver) que en el primer encuentro de cuartos de final, gritaron con cada uno de los puntos que ambos tenistas lograban. Golpear la bola por debajo de la pierna, correr hasta el final de la pista y dar de espaldas a una pelota que finalmente acaba siendo un punto fueron algunos de los regalos que los tenistas del segundo turno hicieron a sus espectadores.

A la salida, caras complacidas, emocionadas y, sobre todo, satisfechas por la grandiosa exhibición de la que acababan de ser testigos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios