Los 11 puntos que el Málaga ha sumado de los últimos 27 posibles han rebajado el nivel de optimismo en parte de la afición blanquiazul. Sin embargo, tanto el entrenador del Málaga, Juan Ramón Muñiz, como la plantilla no comprenden las primeras alarmas desatadas en el entorno. Ayer fue Carpintero el que negó que el equipo estuviera atravesando un momento delicado: "Los baches en Segunda me hacen gracia. Me gustaría que vieseis todos los partidos de la jornada y me dijeseis quién juega mejor de la categoría. Cuál es el equipo que no pasa problemas y cuál juega como el Barcelona".

Hace unas semanas el centrocampista leonés utilizaba un símil curioso para describir qué sentía al ser líder: "Es una gozada estar ahí, es como tener una novia... Si la quieres hay que pelear por ella y luchar para que no se vaya con otro". Ayer, volvió a incidir en la misma analogía: "Ahora se lo está pensando, se ve que le gusta otro, pero hay que mimarla, a ver si vuelve a casa".

No obstante, Carpintero deslizó la fórmula para lograr el ascenso: "Hay que ir partido a partido, sabíamos que la Liga es muy larga y competida. Todo se está comprimiendo más, pero tenemos una buena ventaja, tenemos mucha ilusión y creo que eso dará su resultado. Hay que ir colocado a los diez últimos partidos porque hay gente con experiencia que sabe aguantar el tirón".

Carpintero, que el lunes fue padre de su segundo hijo, desveló que el nacimiento de su primera hija vino acompañado de un ascenso con el Alavés. "Si éste también lo hace, bienvenido sea".

Para ello, a juicio del futbolista, el Málaga tendría que sumar cinco puntos más en la primera vuelta: "Yo creo que el que esté con 36 ó 37 puntos va a estar al final entre los tres primeros puestos casi seguro".