La Asociación de Pilotos de Fórmula 1 (GPDA) considera "injusta e inadecuada" la subida del precio que deben pagar para obtener la superlicencia impuesta por la FIA. Según un comunicado, la tasa se elevó de 1.690 a 10.000 euros en el último año. En 2009, la tasa base será de 10.400 euros. La superlicencia es el documento que faculta para ser piloto de la máxima categoría del automovilismo.

"La GPDA, en nombre de los no miembros, ha intentado resolver el problema la pasada temporada y por ello tuvo un encuentro en Monza con el presidente de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo), Max Mosley", se agrega en el comunicado.

Según los pilotos, las subidas del pasado año se hicieron sin dialogar con ellos y se enteraron cuando recibieron las facturas o a través de los medios. También se ha elevado el precio que tienen que pagar por cada punto obtenido en el Campeonato del Mundo.

Los pilotos también se mostraron en contra de la idea de Mosley de que hagan públicos sus salarios. "Son confidenciales y deberían seguir así. No nos oponemos a una adecuada elevación de las superlicencias", dicen los pilotos, que aseguran que por ello ofrecieron aumentos de acuerdo a la inflación.

Los pilotos recuerdan que en 2007 la superlicencia fue la más cara de cualquier deporte del mundo. La FIA, según la GPDA, se embolsa sólo por las licencias 1,7 millones de euros al año.