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Coge el balón y siempre ocurre algo

  • Isco confirma sus credenciales de mando con la selección con otro partido de alto nivel

  • Dio 103 pases, el que más en el partido, con un 92% de acierto y detalles de alta escuela

La comparación puede parecer obscena, pero Isco tiene la edad de Iniesta en Sudáfrica: 26 años. Aún joven pero cerca de la plenitud. El rol del malagueño en la selección en Rusia es similar al del albeceteño en 2010. Iniesta tenía el bagaje del Mundial de 2006, aún con papel poco protagonista, y el de la Eurocopa de 2008, ya con plenos galones. No tiene esa experiencia Isco, pero sí posee el fútbol y el hambre para convertirse en la manija de la selección. De hecho, el juego de ataque pasa en gran medida por él. Y son palabras mayores en una selección con leyendas como el citado Iniesta o Silva.

Siempre partiendo desde la izquierda, donde empezó a reventar en el Málaga de Pellegrini, pero con libertad para moverse por todo el frente de ataque. Era un partido complicado el que planteó Irán. Incomodísimo, con un plan claro. El empate era oro y un muro de 11 jugadores siempre es difícil de derribar. Y más con las connotaciones tácticas de Queiroz, que ha construido un bloque granítico. Difícil de batir a nivel asiático, pero también en el resto del mundo. Ahí tenía responsabilidad Isco, que también caía a la derecha. Entró en contacto con el balón con mucha frecuencia. Desapareció en un tramo del primer tiempo, pero después emergió para dejar un par de detalles. Un balón arrastrado para habilitar a Iniesta, un pase con el exterior, un balón filtrado a Silva, esta vez por la derecha.

Dio 103 pases Isco, con un 92% de acierto. No eran desplazamientos de riesgo, sólo uno fue de larga distancia. Pero es un dato que habla del peso del malagueño. Disparó cuatro veces a portería, dos de ellas blocadas por rivales. Ya en la segunda mitad fue punzante por banda izquierda, desequilibrando y asociándose con Iniesta y Jordi Alba. También sacó una falta y un córner de manera espectacular. Tuvo momentos brillantes, pero después el malagueño se vio envuelto en los momentos caóticos que propició el particular equipo iraní. Son encuentros complicados. Argentina, por ejemplo, sólo fue capaz de ganar con un gol de Messi en el descuento en Brasil'14 en la fase de grupos. Y la albiceleste llegó a la final.

El partido ante Marruecos del próximo lunes deja la duda de si Hierro rotará más que ayer. Con el dulce momento de Isco parece difícil prescindir de él. Cada vez que coge el balón ocurre algo. Normalmente, bueno.

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