Fútbol l Francia

Costa, arquitecto del gran milagro del Montpellier

  • El medio argentino se ha consolidado como una de las sorpresas del año

El argentino Alberto Facundo Costa puede presumir de que a sus 25 años es ya un trotamundos del fútbol mundial, hasta que se ha erigido como el arquitecto del milagroso juego del Montpellier francés, un modesto que pese a su corto presupuesto ocupa la segunda posición de la liga, a sólo tres puntos del Girondins.

"Trato de aportar mi toque particular a este equipo en el que me encuentro muy cómodo. Es un grupo fantástico", afirmó el futbolista. Tino Costa se formó a si mismo. A los 15 años se entrenaba en un pequeño club del barrio de Las Flores, a las afueras de Buenos Aires, cuando recibió una oferta para jugar en Guadalupe, el territorio caribeño francés.

A Francia entró por la puerta del Racing de París, donde firmó su primer contrato semiprofesional y, desde entonces, no ha abandonado ese país. Dos años en el Pau y otros tantos en el Sete, ambos clubes de la Costa Azul, le abrieron las puertas del Montpellier, un salto cuantitativo, puesto que llegaba a la segunda división. El equipo encontró en Costa el catalizador adecuado para que desarrollara el juego necesario para conseguirlo.

"El fútbol francés ha cambiado, ya no gusta tanto el juego defensivo de antes, se hace un juego a partir del balón", asegura el futbolista. Una bendición para este habilidoso centrocampista. "A mí me encanta tocar cuantas más pelotas mejor, es mi forma de entender el fútbol", dice. Con 12 asistencias se convirtió en el mejor pasador de la segunda división, un mérito que acompañó con ocho tantos, lo que le valió para ser elegido como el mejor jugador del campeonato.

Tras el ascenso, Costa prefirió seguir en el equipo para no frenar su progresión futbolística. "Por el momento aquí encuentro la estabilidad que necesito. Ya habrá tiempo para progresar", dice, aunque ya piensa en una llamada de su ídolo Maradona.

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