No visitaba cualquiera el Fernando Argüelles. Y ni por ser laborable se lo iba a perder Antequera. El UMA recibió con honores al poderosísimo Inter Movistar y le planteó un partido duro para aplaudir. Envió dos balones al palo y achuchó sin premio (0-1) contra un rival histórico plagado de internacionales. No fue cualquiera quien rompió la imbatibilidad del pabellón malagueño. La ciudad de Los Dólmenes disfrutó hasta el último suspiro del contexto y el desparpajo con el que los de Moli pusieron el “uy” en boca del conjunto madrileño.
El partido, adelantado a martes tarde por la participación del Inter Movistar en la Ronda Élite de la Champions a mitades de este mes, lo arrancó dominando el conjunto madrileño. Tuvo que intervenir en tres ocasiones Conejo, una de ellas espectacular, a mano cambiada, al tiro de un Gadeia activo. Apretaba el equipo de Jesús Velasco y así encontró el gol el Inter, en una jugada de estrategia de saque de esquina que definió Humberto a los ocho minutos de partido.
Pese al tanto antes del ecuador del primer tiempo, el UMA nunca perdió la cara. Al contrario, se enchufó y obligó a Herrero a emplearse a fondo. Miguel Conde y Víctor Arévalo enviaron dos balones al palo, uno al lateral y el otro al larguero, y a la vuelta se continuaba con el mismo guión exceptuando avisos del Inter, capaz de sacar petróleo de cualquier acción.
No escatimó Moli, buscó el empate con ahínco y puso contra las cuerdas al conjunto de la capital española. Óscar y Juanra tenían oportunidades antes de que el técnico malagueño pusiera a Víctor Arévalo de portero jugador tras tiempo muerto a dos minutos del final. Con todo sobre el campo terminó el partido, sin premio, pero mostrando capacidad para competir.
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