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Cuesta abajo hasta el Mundial

  • Las crisis institucional y económica merman una Liga de dos favoritos con España 2014 en el horizonte

¿Cuándo fue la última noticia positiva de la ACB? ¿Qué acuerdos hubo verdaderamente para mejorar el producto y que no vaya bajando escalones respecto al segundo deporte más seguido sólo por detrás del fútbol? La Liga se está resquebrajando y no es plan de hacerse la víctima, sino de consensuar soluciones, como todo en la vida, vaya. A la crisis económica, más acuciante para la mayoría de los clubes y es evidente echando un ojo a las plantillas, se une la institucional, con enredos en la sede de la calle Iradier, ahora con el sempiterno Eduardo Portela ejerciendo únicamente como presidente de honor, a la caza de un director general que sustituya a Albert Agustí y que mire por el bien común con independencia, no siendo partidario de unos o de otros. La competición flaquea y la institución zozobra, muchos clubes deben bastante dinero, nadie baja, nadie sube, falta emoción y la brecha entre los dos grandes y el resto, con permiso del Unicaja, el Baskonia y el Valencia -instalados en el segundo peldaño- se va ampliando sin remisión.

De este panorama oscuro sólo se puede extraer como conclusión positiva la apuesta patrocinadora de Endesa, aunque la esponsorización de los equipos es otro cantar y quien no cambia de nombre cada dos por tres, se ha quedado con el nombre mondo y lirondo de la entidad, sin haber convencido a nadie para que se apunte al carro de meter dinero en el baloncesto.

El curso 13-14 tendrá un bonito corolario: la celebración del Mundial -Copa del Mundo, como bien corregiría José Luis Sáez, presidente de la FEB-. Esta cita debe suponer un impulso para este deporte, con la presencia de los mejores del planeta encabezados por los favoritos estadounidenses y quizás en el adiós, aunque Río estaría a dos años vista, de la legendaria selección española con Pau Gasol y Juan Carlos Navarro al mando.

La ACB va perdiendo prestigio y horas de emisión en las cadenas televisivas. Rusia y Turquía llevan años firmando cheques o dando mucho dinero en mano a los jugadores para convencerlos de que en Moscú no hace tanto frío y de que en Estambul uno se acostumbra pronto a los rezos de los muecines desde los alminares. Pero es que Alemania y Francia, a las que mirábamos por encima del hombro en cuanto a la competición nacional, se están acercando mucho al nivel de España con el plus nada baladí de que allí lo que se firma es sagrado y pagan lo que se pacta.

Así está un patio en el que la bicefalia del fútbol -con el permiso del enérgico Atlético de Simeone- se traslada más aún al mundo de la canasta. Muy mal se tiene que dar la cosa para que el Real Madrid y el Barcelona no luchen cara a cara por la Copa y por la Liga, aparte por supuesto de la Euroliga. Los blancos de Laso mantienen la base que les dio el título liguero más un par de refuerzos interiores como Bourousis y Mejri; los azulgrana de Pascual sí han meneado más su vestuario con Nachbar, Lampe, Dorsey, Papanikolaou, Pullen... para acompañar a Navarro, Lorbek, Marcelinho y el hoy lesionado Oleson.

El Unicaja de Plaza promete guerra. Tras años de decepciones, el ex técnico del Cajasol es un seguro de vida en su estreno en los clubes (título liguero y de la ULEB Cup con el Madrid; billetes a la Copa y al play off en el equipo sevillano; muy buen papel en un Zalgiris con problemas económicos) y ha firmado a gente importante como Suárez, Kuzminskas, Caner-Medley, Granger y Hettsheimeir para completar un plantel en el que deberá hacer un descarte cuando vuelva Urtasun. Todos dicen que ojo con el Valencia de Perasovic. A Ribas, Rafa Martínez, Doellman, Lishchuk y Dubljevic hay que agregar a Pablo Aguilar, Romain Sato, Van Rossom, Lafayette, Lucic y Triguero.

El Laboral Kutxa de Scariolo anda más corto de dinero y se ha dedicado a vender a piezas relevantes. Lamont Hamilton y el espectacular base Hodge son sus dos mejores fichajes, pero deberán adaptarse a un equipo que tiene difícil pelear con los dos grandes, como se vio en la Supercopa. El CAI y el Gran Canaria pueden dar vida a la competición con Abós y Pedro Martínez, respectivamente, de nuevo en los banquillos, pero Europa puede que les pase factura.

Del resto, siempre habrá alguna sorpresa, aunque la previsión es que luchen entre la novena y la decimoctava plaza. Total, si nadie va a bajar de categoría...

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