Tenis

Davidovich será el número 27 del mundo

  • El malagueño sale de Montecarlo con el mejor puesto de su carrera 

  • Sostener regularidad y acumular victorias, el siguiente reto 

Alejandro Davidovich recibe el trofeo de subcampeón.

Alejandro Davidovich recibe el trofeo de subcampeón. / Efe

Alejandro Davidovich tiene querencia por sitios de renombre. “Me gustan los grandes escenarios, me agrando cuando más gente hay”, decía en 2019 en una entrevista en este periódico. Se puso en el mapa ganando Wimbledon junior, hizo ruido llegando a la segunda semana en el US Open y a cuartos de final de Roland Garros. Y en el selecto Monte-Carlo Country Club, un torneo que tiene 125 años de historia, jugó la primera final de su carrera nada menos que en un Masters 1000, en una de las catedrales del tenis mundial.

Es una semana que debe cambiar la carrera de Alejandro Davidovich a mejor. La final le permite colocarse en el puesto 27 del mundo. Ello implica ser cabeza de serie en casi todos los torneos, acceso a mejores cuadros y estar exento en alguna primera ronda. Davidovich había llegado a Montecarlo con un balance de 4-9 en esta temporada. Es cierto que con notables partidos perdidos. Ante Aliassime, el propio Tsitsipas, Sinner, Shapovalov o Bautista, varios Top 20. Pero en Montecarlo le ha ganado a Djokovic, Goffin, Fritz y Dimitrov, todos ellos han sido Top 15 del mundo alguna vez. Gente con mucho tenis. Se rindió sólo ante un Tsitsipas que es uno de los jugadores más fiables en tierra batida en la actualidad, bicampeón en Montecarlo y finalista vigente en Roland Garros.

Davidovich tenía el juego, pero ahora también llegaron los resultados. Sostener esa regularidad, sumar partidos ganados y evitar derrotas en rondas tempranas es lo que permite seguir arriba en el ranking mundial. Es la siguiente tarea. Vienen dos meses en tierra batida en los que se puede llenar el granero. Se defienden los cuartos de final en Roland Garros del año pasado. Normalmente, en su carrera, tras un gran logro, ha venido un bajón más o menos prolongado. No obstante, ha completado un año entre los 50 mejores del ranking mundial. Es decir, élite. En la volcánica cabeza de Davidovich, genial para jugar al tenis pero que debe saber calmarse para seguir creciendo, hay retos muy grandes. Con 22 años es ya el número 27 del mundo. Quedan muchos años de carrera por delante, pero Montecarlo debe ser un punto de inflexión. No sólo les plantó cara, también ganó a algunos de los mejores. Es el camino.

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