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Di María tiene hambre de gloria

El seleccionador alemán, Joachim Löw, había asegurado en la previa que el campeón del mundo seguía hambriento de títulos, pero si alguien demostró en Düsseldorf que no está saciado fue el argentino Ángel di María. Con un gol y tres asistencias en el 2-4 con el que Argentina aguó la fiesta alemana en el Esprit Arena, Di María fue la sensación de un partido que, en realidad, le habría gustado jugar hace 52 días en Maracaná.

El extremo de 26 años atraviesa por el mejor momento de su carrera: exhibe velocidad, precisión, compromiso y gol, pero sobre todo está ansioso por saldar cuentas pendientes. "Yo dije que estaba entre los cinco o diez mejores, pero no sé si junto diez como él. Están Leo, Cristiano... No hay nada que te asombre", dijo el seleccionador argentino, Gerardo Martino.

La misma opinión expresó su compañero en el combinado albiceleste Lucas Biglia: "Está Leo, que es de otro planeta, y después vienen él y Cristiano. Porque no está dentro de los mejores 15 del mundo, sino entre los tres mejores".

Di María terminó la pasada temporada como el hombre más en forma del Real Madrid, para quien fue decisivo en las victorias en las finales de la Copa del Rey ante el Barcelona y de la Liga de Campeones frente al Atlético. Su juego brilló también en el Mundial hasta que un problema muscular lo dejó fuera de la semifinal ante Holanda y de la final ante Alemania. ¿Qué habría pasado si hubiera jugado? "No podemos hacernos esa pregunta", lamentó Demichelis. "Indudablemente va a seguir doliendo y van a seguir esas incógnitas de qué habría pasado si hubiera estado Ángel", añadió.

Su gran momento lo llevó a pedir un aumento salarial en el Real Madrid, que no se lo concedió y, pese a los reparos de Cristiano Ronaldo, decidió venderlo al Manchester United. "Yo tengo mi opinión muy clara, pero no puedo decir siempre lo que pienso", dijo Cristiano. "Pero si yo mandara, igual no lo habría hecho así".

La venta dejó en las arcas del Real Madrid 75 millones de euros, pero Di María se fue dejando cuentas pendientes. "Yo lo único que pedí es algo que fuera justo", se quejó en una carta abierta. "Siempre quisieron atribuirme la iniciativa de salir del club, pero no fue así. Lamentablemente no soy del gusto futbolístico de alguna persona". Di María se enfrenta ahora al difícil reto de revivir a un United en horas bajas en la liga inglesa, pero el Fideo parece dispuesto a demostrar que vale lo que pide.

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