El serbio Novak Djokovic dio un tremendo golpe al tablero del tenis mundial al fulminar al español Rafael Nadal en los cuartos de final del Abierto de Francia y quedarse a dos pasos de conquistar el único Grand Slam que le falta en el palmarés.

Tras seis intentos fallidos, el número uno del mundo derrotó por primera vez a Nadal sobre la arcilla de París. Y lo hizo con un incontestable 7-5, 6-3 y 6-1 en dos horas y 26 minutos en la misma arcilla donde el español ganó nueve títulos y donde sólo había perdido una vez en toda su carrera, en los octavos de final de 2009 ante el sueco Robin Soderling.

A la séptima fue la vencida para Nole, arrollador desde el calentamiento y que va lanzado hacia la única gran corona que le queda por conquistar. El doble finalista de Roland Garros chocará mañana en semifinales ante el británico Andy Murray, que despachó al valenciano David Ferrer por 7-6(4), 6-2, 5-7 y 6-1.

Con su triunfo de ayer, Djokovic dio de paso un puñetazo al mejor golpe de Nadal, su mente: el zurdo caerá -mínimo- al décimo puesto del ranking y llegará a la gira de hierba con un solo título en todo 2015, Buenos Aires.

Djokovic arrancó el partido en la Chatrier como un rayo y en apenas 17 minutos ya mandaba por 4-0 en el marcador. En ese intervalo, Nadal apenas había conseguido cuatro puntos y asistía sin nada que hacer ante el juego dictatorial de su rival.

Sacaba el serbio para ponerse 5-0 en un cómodo primer set, pero en ese juego comprendió que Nadal no iba a claudicar fácil en su casa, la Philippe Chatrier, esa pista que conoce mejor que nadie y donde ganó nueve de sus 14 Grand Slam. Remontó Nadal hasta igualar 4-4 y salvó después cinco pelotas de set antes de entregar el primer parcial. En la final del año pasado también perdió la primera manga para después ganar en cuatro, pero el Nadal de 2015 está muy lejos de aquel Nadal.

El de 2015 es inferior físicamente a Djokovic, tiene dudas y lo demuestra en momentos críticos. Sigue siendo dueño de una de las mejores derechas del circuito, pero su drive ya no dicta el juego como antes. Y el de Nole sí lo hace.

En el arranque del segundo set, los jugadores bajaron el nivel mostrado en los últimos juegos del primero. Las primeras pelotas de break -a favor de Djokovic- no llegaron hasta el 4-3 a favor para el balcánico. Fue a la segunda cuando se adelantó 5-3 e instantes después no le temblaría el pulso para atar la segunda manga.

Estaba a un set de hacer lo que nunca antes había hecho, ganarle a Nadal en Roland Garros. En los seis intentos anteriores no fue capaz, ahora estaba a un paso. Con dos sets abajo en el marcador, Nadal, que cumplía 29 años, desapareció prácticamente de la Chatrier y Djokovic se sentó en el primer descanso de la tercera manga con 3-0 a favor y servicio. La autopista hacia las semifinales estaba libre de tráfico.

El último punto del partido, una doble falta del español, y el último set en general expusieron el estado mental de Nadal actualmente. Es un jugador frágil. Todo lo contrario que Djokovic, que va imparable hacia su noveno Grand Slam, primero en tierra.

El serbio se cruzará en semifinales con Murray, que no se lo va a poner fácil. Ante Ferrer, el escocés se tomó la revancha del duelo entre ambos en la misma ronda en 2012 para alcanzar por tercera vez las semifinales de Roland Garros. Aterrizó en París tras retirarse para descansar en Roma con un partido jugado. Antes, su racha de victorias enlazó títulos en Múnich, el primero en su carrera sobre tierra, y en el Mutua Madrid Open. Sin duda, el mejor momento de un Murray que ya no ve fantasmas en la arcilla. Ante Ferrer, uno de los tenistas más temidos del circuito y más al mejor de cinco sets, volvió a demostrarlo. Lo hizo con creces en un primer parcial igualado, en el que tuvo que lidiar con un rival irreductible. Sin embargo, el intercambio de breaks llevó el parcial a una muerte súbita que dominó el escocés. Ya en el segundo set, el saque de Ferrer siguió dejando mucho que desear.

En la tercera manga, Ferrer sacó fuerzas de flaqueza y alargó el partido (5-7). Murray no acusó el golpe y siguió a lo suyo. La contundencia en sus golpes sentenció en el cuarto set.

En el cuadro femenino, la suiza Timea Bacsinszky, en el puesto 24 del ranking de la WTA, derrotó en los cuartos de final de Roland Garros a la belga Alison Van Uytvanck por 6-4 y 7-5 en una hora y 46 minutos y se medirá en semifinales de Roland Garros con la estadounidense Serena Williams. La americana venció a la italiana Sara Errani por 6-1 y 6-3 en una hora y 5 minutos. Busca alzarse con su tercer título en París.