Duane Rocha (Brasilia, 1988) llegó muy de niña a Málaga. Instalada en Mijas, heredó genes maternos, los de Soraya, una brasileña de 1.75 metros. Considerada durante largo tiempo como una gran promesa de la natación española, medallista constante a nivel europeo en categoría junior, Rocha pensó decir basta tras fracasar en su intento de ir a los Juegos de Pekín. Ayer obtuvo el fruto a su cambio de idea: "Me dije, bueno, un último intento. La natación es lo que me gusta y por lo que he luchado toda mi vida. Me fui a un club donde empecé de cero y me ha salido. Hay algo dentro de ti que te dice que vales, que quieres llegar a tus límites, no dejarlo a medias. Y, sobre todo, el apoyo de mis padres".

Sí, le salió. Rocha, predestinada a coger el relevo de María Peláez y la naturalizada Nina Zhivanevskaya en la natación malagueña, consiguió la medalla de bronce en el Campeonato de Europa de natación, que se celebra en Budapest. En su prueba predilecta, los 200 metros espalda. Sus credenciales eran el mejor tiempo en semifinales (2:10.56). En la final, lo rebajó una décima (2:10.46). Pero emergió el dúo británico: Elizabeth Simmonds (2:07.04) y Gemma Spofforth (2:08.25) para dar un golpe de autoridad. Duane aguantó para ser tercera, por delante de la alemana Mensing.

Rocha relata desde Budapest la bella experiencia. "Sabía que Simmonds iba a empezar muy fuerte, pero no tanto. Creo que he sabido controlar y meterme en mi prueba. Era mi primera gran final, tenía mucha tensión y estoy orgullosa porque he sabido controlarla bastante bien. Sabía que Simmonds iba adelante, que Spofforth en el 100 ha hecho un cambio brusquísimo y he visto a la alemana (Jenny Mensing) al lado suyo y he echado el hígado. Ha sido la carrera más dura de mi vida", dice mientras reflexiona sobre tiempos más duros: "He pensado en el trabajo que he hecho, en que a veces dudaba si merecía la pena. Cuando tocas la pared y ves que lo has hecho es una satisfacción enorme cuando ves todo lo que has te has sacrificado, todo ha valido la pena por algo".

Tras participar en el Mundial de Montreal'05 con apenas 17 años, los resultados aflojaron. Fue a alguna cita internacional en piscina pequeña, pero no se consolidaba. Hubo dos pasos por la Residencia Blume de Madrid y por el CAR de Sant Cugat (Barcelona), con la élite nacional, pero la progresión se detuvo. "Entrenaba mucho y no veía salidas, no mejoraba marcas y creía que estaba estancada", decía en sus momentos de mayor depresión. Volvió a Mijas, el año pasado consiguió dos platas en los Juegos del Mediterráneo de Pescara y se enganchó al equipo nacional. Esta temporada fichó por el Canoe de Madrid como nuevo club. Los nuevos aires parece que le han sentado extraordinariamente a Rocha, menos presionada que antes. Lo ratifica Luis Villanueva, director técnico de la Federación. "Es un enorme talento. Ha conseguido su primer podio a nivel europeo, pero tiene mucho recorrido por delante", dice.

La mijeña toma con esta medalla el relevo de María Peláez, campeona de Europa en 1997 y plata en 1999 en los 200 metros mariposa. Zhivanevskaya, entre 2000 y 2008, amasó cuatro oros, cinco platas y dos bronces. Rocha escribe ahora su propia historia, comenzando por esta misma mañana. No hay tiempo para celebraciones. Eliminatorias de los 100 metros espalda. Sale en la sexta y última serie. Si está entre las 16 mejores, previsible con las marcas acreditadas, tendrá la opción de meterse por la tarde en una nueva final.