El paso del tiempo sin resolución en la operación jeque levanta dudas. El proceso ha sobrepasado esas horas límite en las que el entorno de la negociación fijó el final de los tratos (entre el lunes y ayer). Sin embargo, éste no se avecina. El largo análisis de las conclusiones emitidas por los despachos que asesoran al jeque qatarí han levantado el temor por una oferta a la baja que podría incluso obligar a Fernando Sanz a replantearse si la operación es beneficiosa.

Fuentes de la negociación hablaban ayer de una posible videoconferencia nocturna para perfilar los detalles de la oferta de Abdullah Bin Nasser Al-Thani, que se formularía en función de las conclusiones a la radiografía documental de todas las estructuras del club hecha a lo largo de casi tres semanas. En un primer momento el principio de acuerdo verbal que alcanzaron el qatarí y Fernando Sanz tras el viaje de éste de cinco días entre Doha y Dubai anunciaba un final feliz. Posteriormente, durante el proceso técnico, aparecieron algunas dudas relativas al uso y explotación de La Rosaleda y la futura Ciudad Deportiva, y ello parece haber llamado a los asesores del jeque a la prudencia a la hora de traducir sus buenos propósitos en números.

Y es que, analizada la operación desde dentro, ésta se elevaría por encima de los 30 millones. Sólo las acciones de Fernando Sanz se cifran en 16 millones, mientras que la deuda, la cual asumiría el jeque gradualmente, se sitúa en torno a 14. Sólo con la inversión en materia deportiva para este año subiría el precio final de forma palpable.

Aunque hoy parece ser otro día clave, la institución sigue paralizada, de ahí que crezca el pesimismo en el entorno y el malestar dentro del club, ya no sólo por la falta de información del presidente, sino por el alto precio que puede pagar el parado proyecto deportivo si la operación no cristaliza.