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Eficacia por brillantez

  • Suficiente El Unicaja somete a un combativo iurbentia Bilbao en un partido que siempre dominó pero que no decidió hasta los últimos minutos Decisivos Cabezas y Berni volvieron a sentirse protagonistas

La mañana no invitaba a nada que no fuese quedarse en casa viendo el Nadal-Federer. Frío, lluvia, viento... y un partidazo entre los dos mejores tenistas del mundo por televisión. Pero la profesionalidad manda y había que acudir al Martín Carpena para sacarse esa piedra en el zapato que en los últimos años se ha convertido el iurbentia Bilbao. En la ajetreada agenda cajista tocaba uno de esos partidos trampa. Un equipo que no llega al potencial del Unicaja, pero que pertenece a la clase media de la Liga, y una jornada en medio de los dos primeros compromisos del Top 16. La sombra del Panathinaikos es muy alargada y se corría el riesgo de comenzar a pensar en el PAO antes de finiquitar al iurbentia. Por momentos, los de Aíto estuvieron tentados de caer en el error, algo humano por otro lado, pero cumplieron el expediente con seriedad y profesionalidad. Como en un lunes después de un puente.

El valiente equipo de Txus Vidorreta lo peleó hasta el final. Llegó a mandar en el tercer cuarto tras verse trece puntos abajo antes del descanso y entró en los últimos seis minutos del partido con las opciones de victoria intactas. Pero no le llegó. Como le sucedió al Unicaja en Vitoria, terminó decidiendo el mayor empaque del equipo superior.

Los malagueños hicieron lo justo. Apretaron al inicio para no verse en apuros innecesarios (14-7 tras el primer cuarto) y marcaron el ritmo con un ojo puesto siempre en el espejo retrovisor. Allí veía al iurbentia, sobreponiéndose a la mala mañana de Banic y Salgado, sus dos hombres más importantes, y encomendándose al gladiador Salva Guardia y a los malos porcentajes de tiro de su rival (1/7 en triples en el primer cuarto). Bastaba apretar el acelerador para poner tierra de por medio. Lo hizo el equipo cajista mediado el segundo periodo, lo que le valió para alcanzar su máxima renta del partido (29-16) en plena exhibición de Boniface Ndong. Y lo volvió a hacer nada más reanudarse el choque (40-31 tras canasta de Archibald). Fue entonces cuando comenzó a pensar en el futuro (Panathinaikos) y levantó el pie del acelerador.

Los de Vidorreta, que habían ganado sus tres últimos partidos ligueros, vieron su oportunidad. Recker y Blums firmaron un parcial de 0-10 y Seibutis dio definitivamente la vuelta al encuentro (40-43) a tres minutos y medio para el final del tercer cuarto. Comenzaron a creérselo, pero a penas tuvieron tiempo para sembrar el pánico. Aíto miró a la pista y no vio ambición. Y miró al banquillo y vio a dos jugadores con hambre de gloria: Carlos Cabezas y Berni Rodríguez, que llevaban bastante tiempo intentando reencontrarse con su mejor versión. El madrileño atajó el problema de raíz. Cabezas y Berni a la pista junto a Gomis y Ndong. Cuádruple cambio. Y el resultado fue inmediato. En poco más de tres minutos, Berni y Cabezas, que quieren volver a ser el alma y el corazón de este Unicaja, frustraron los sueños de grandeza del iurbentia protagonizando los mejores momentos del equipo malagueño y firmando un 14-6 (8 puntos de Cabezas y 6 de Berni con dos triples para cada uno) decisivo (54-49). Los malagueños volvieron a sentirse importantes después de mucho tiempo. Y eso, sin duda, fue la gran noticia de la mañana para un Unicaja que va así sumando elementos a su maquinaria en un momento clave de la temporada.

Los vizcaínos, empero, hicieron gala de su fama de tozudez y se agarraron a un imposible. Apareció Recker, tan bueno como intermitente, y el partido volvió a comprimirse (63-61, a seis minutos para la conclusión). Pero esta vez les tocó perder en Málaga, donde habían ganado en dos de sus últimas tres visitas. Berni, Kelati y Archibald echaron el telón, con un 9-0, a la decimocuarta victoria liguera. Un triunfo nada brillante, pero que sirve para seguir agarrado a la cabeza de la tabla. Pasado mañana, eso sí, hará falta algo más que eficacia.

1/7

14-6

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