El Eibar puntuó por primera vez en su historia en el Santiago Bernabéu, empujando al Real Madrid a una crisis de resultados con cuatro empates consecutivos, tres de ellos en Liga, sin el físico necesario para agarrarse a la épica y sin recursos para cambiar el 1-1.

Un gran Eibar, perfecto en lo táctico, con orden y descaro, salió con aire victorioso del feudo madrileño ante un rival que ya no puede ocultar sus problemas. Añorando la figura de Modric y el equilibrio de Casemiro, se adentra en su primer momento crítico de la temporada.

La racha irregular en la que entraba el Madrid con tres empates consecutivos, exigía una reacción inmediata. Zidane pedía contundencia ofensiva, sin ser crítico con una debilidad defensiva que comienza a ser evidente.

El arranque de los blancos se redujo al ímpetu de Bale en la banda derecha. Encontró pasillo para explotar su punta de velocidad y su primer aviso acabó en el lateral de la red. El Eibar plantaba cara con personalidad. Una buena disposición y sin ningún complejo para adelantar líneas con presión alta. Se alió con la debilidad de la zaga rival para dar la sorpresa a los seis minutos.

El centro convertido en regalo de Pedro León encontró el desajuste de marcas y el salto en falso de Pepe antes de que Fran Rico conectase un testarazo que también cogió descolocado a Keylor Navas en su estreno liguero.

Una vez más le tocaba al Madrid jugar con premura, buscar el gol por encima de la belleza en el juego, ampararse al asedio para voltear el marcador. Atacaba únicamente por la derecha hasta que Cristiano apareció por la izquierda para encarar y explotar su cambio de ritmo.

Llegaba el escenario en el que Zidane pedía eficacia para sentenciar los partidos. Pudo aprovechar la velocidad del duelo, pero a los suyos les faltó confianza por la inestabilidad defensiva. Errores en las marcas y en la salida de balón que os aprovechaba Pedro León, omnipresente en un gran partido en la vuelta al Bernabéu, pero su derechazo potente lo sacó Keylor a córner.

La posesión era blanca, pero necesitaba una velocidad más para generar desequilibrio. Atacaba siempre por fuera, con Benzema de espectador, para tener tan sólo una, a centro de Danilo que remató fuera a un par de metros del arco. Cristiano seguía con su particular lucha, incesante en su deseo goleador, pero no superaba a Riesgo y cuando asistía encontraba una acción calcada a la del primer tanto que, en esta ocasión, Bale cabeceaba fuera.

En la segunda mitad Zidane buscó frescura con Morata por Benzema. El canterano vio cómo le anulaban un gol por posición ilegal tras gran una parada de Riesgo a un remate de Cristiano. Velocidad sin precisión marcó la presencia del Madrid en los últimos metros, con Isco sumándose a los intentos de Cristiano antes de dejar su sitio, sin aire por la falta de partidos, a Marco Asensio.

El poste repelió a la hora de partido un cabezazo de Bale, tras aprovechar la pasividad de Luna en la frontal del área, y el paso de minutos propició un nuevo final agónico en el que buscar el arrebato final, en esta ocasión sin el corazón de Sergio Ramos.

Con menos fuerza física que en ocasiones pasadas buscó sin éxito el gol el Madrid. Encontró un amigo en Dos Santos, que remató un córner en su portería con peligro para Riesgo, pero la épica nunca llegó y la afición madridista no podía creerse lo que veía.

Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane (Nacho, 46'), Pepe, Danilo; Kroos, Isco (Marco Asensio, 72'), Kovacic; Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Morata, 46'). Eibar: Riesgo; Capa, Mauro, Lejeune, Luna; Fran Rico, Dani Garcia, Escalante, Pedro León (Adrián, 92'), Rubén Peña (Bebe, 87'); y Sergi Enrich (Kike, 75'). Goles: 0-1 (6') Fran Rico. 1-1 (17') Bale. Árbitro: Martínez Munuera (valenciano). Amonestó a los locales Bale, Carvajal, Morata y Kroos y a los visitantes Escalante, Dani García, Lejeune, Peña y Fran Rico. Incidencias: Partido de la séptima jornada de la Liga Santander, disputado en el Santiago Bernabéu ante 72.103 aficionados.