Desde que se confirmara el fichaje de Apoño, los partidos de El Palo han cobrado una repercusión mayor. Su debut acabó con el papel en las taquillas de San Ignacio y su actuación en Lepe ha aumentado la atención del público local para este encuentro.

Un partido que además tiene un importancia capital para los malagueños. Siete son las jornadas que acumula el equipo de Rafa Muñoz sin ganar, lo que ha complicado en exceso su situación clasificatoria, hasta el punto de poder dormir el domingo en puestos de descenso si el fin de semana saliera torcido para los intereses paleños.

Las buenas sensaciones, sin premio alguno, en el duelo contra el Sevilla Atlético, permiten ser algo más optimistas de cara a la complicada visita que tienen prevista para la tarde de hoy (18:30).

El Municipal de Lepe es uno de los campos más complicados del grupo, no por sus dimensiones, sino por el buen funcionamiento que está teniendo el equipo aurinegro en casa en la temporada de su retorno a la categoría de bronce. Los onubenses sólo han concedido dos derrotas en casa, la última de ellas ante el Betis B y data del pasado mes de noviembre. Unos números que reflejan a la perfección la dificultad que entraña este San Roque de Lepe cuando juega bajo el abrigo de los suyos. Lejos es otra historia, como ya pudieron comprobar los paleños en San Ignacio, donde golearon sin piedad a los leperos.

Para este encuentro, el técnico malagueño cuenta con casi todos sus hombres. A excepción de Zamorano y Antonio Muñoz, que siguen lesionados, y con la duda de última hora de Nacho Aranda, Rafa Muñoz viajará con su expedición habitual, Apoño incluido, para intentar reencontrarse con el triunfo ocho semanas después. Como no era de otra forma, los paleños se aferran a la figura de Apoño para acercar la salvación.