Cuando ya se han cumplido 25 días desde que el Málaga consumara el regreso a Primera División, el club sólo ha cerrado por el momento las incorporaciones de Cuadrado, Pere Martí y Fernando. La dificultad para cerrar este año las negociaciones contrasta con la celeridad con la que se cerró la plantilla la pasada temporada, donde a comienzo del mes de julio Muñiz ya contaba con el esqueleto del equipo. Antes del 30 de junio, la dirección deportiva ya ha había culminado los fichajes de Apoño, Baha, Carpintero, Cheli, Peragón, Eliseu y Weligton. Como reconocieron el presidente del Málaga, Fernando Sanz, y el técnico asturiano meses después, las negociaciones se gestaron en el mes de marzo. No obstante, los rectores blanquiazules contaban con la ventaja de conocer muchos meses antes de que finalizara la temporada en qué categoría jugaría el equipo el año siguiente, aunque la sombra del descenso a Segunda B fue tomando forma a medida que finalizaba la temporada.

Por el contrario, durante este año todas las operaciones se paralizaron hasta que el equipo selló el regreso a la élite del fútbol español, algo lógico por el perfil de los futbolistas que militan en Primera o en Segunda. El hecho de que el Málaga ascendiera en la última jornada provocó que todas las negociaciones, excepto las de Cuadrado y Pere Martí, se pospusieran al día siguiente del ascenso. Además, la marcha de Juan Ramón Muñiz al Racing de Santander tampoco ayudó a la planificación de esta temporada, aunque algunas operaciones para el proyecto en Primera son la continuidad del trabajo del asturiano.

Por otra parte, el Málaga se está encontrando con la enorme dificultad que entraña configurar una plantilla con operaciones con coste cero para las arcas blanquiazules. El deseo de Sanz y de Ricardo Rodríguez es conformar el armazón del equipo con jugadores cedidos o que lleguen con la carta de libertad para que, en función de las posibilidades que ofrezca el mercado, apuntalar la plantilla con un mediocentro de jerarquía y con un delantero contrastado en la categoría.

No obstante, la dirección deportiva, a pesar de que sólo se hayan cerrado tres incorporaciones, no ha perdido la calma y vigila todas las posibilidades que ofrece el mercado. Como Tapia repite hasta la saciedad, "el problema sería equivocarse ahora. No podemos caer en la precipitación". Pese a ello, el técnico de Baena espera que en las próximas horas se concrete alguna operación y que cuando la plantilla vuelva al trabajo -el próximo 17 de julio- pueda contar con el máximo número de jugadores posibles.