La selección nacional femenina buscará en el Europeo de Hungría y Rumanía que arranca mañana una plaza en el podio y la clasificación para los Juegos de Río de Janeiro. El equipo español, vigente campeón continental y subcampeón del mundo, es uno de los grandes favoritos de un torneo que se presenta reñido e igualado. Sólo el campeón en Budapest se asegurará su presencia en Brasil el año que viene, mientras que los equipos clasificados del segundo al quinto lugar tendrán la posibilidad de jugar el preolímpico del 13 al 19 de junio de 2016.

Ésa es la línea roja marcada por el equipo de Lucas Mondelo, tener opciones de clasificación para los Juegos, aunque conociendo el carácter competitivo del entrenador y de las jugadoras las metas están mucho más altas.

El equipo es prácticamente el mismo que se proclamó el año pasado subcampeón del mundo en Turquía, con un cambio importante, el de Astou Ndour por Sancho Lyttle, que no ha obtenido permiso de su club en la WNBA para acudir a la llamada de la selección. La ausencia de Lyttle será sensible "sobre todo en defensa", en palabras de Mondelo, de ahí que el técnico haya decidido tener a cinco pívots en la plantilla. Ndour, de solo 20 años, tendrá una gran responsabilidad en un grupo liderado por Laia Palau y Alba Torrens. Palau, campeona de Europa con el USK Praga, es la capitana y líder moral de un conjunto que ha ido creciendo en su juego y que sabe competir como pocos. Torrens es la clase, la técnica y la garra. Pero también están Laura Nichols, Silvia Domínguez, Anna Cruz y Marta Xargay como núcleo duro del equipo. Nuria Martínez, Laura Gil, Lucila Pascua, Laura Herrera y Leticia Romero tendrán sus minutos.

España está encuadrada en el Grupo D junto a la anfitriona Hungría, Suecia, Eslovaquia y Lituania, ante la que debutará mañana (19:00). El viernes descansará, el sábado se medirá con Eslovaquia (16:30), el domingo con el cuadro magiar (19:00) y cerrará la primera fase el lunes ante las suecas (16:30).