Mundial de baloncesto

España se despide de la peor forma (65-52)

  • Francia acaba con el sueño de un equipo español irreconocible. Orenga, muy señalado.

No hacía falta un sistema de competición más limpio para evitar la esperada final España-Estados Unidos. Ya estaba Francia para eso. La joven selección gala tiró de coraje y se tomó la revancha más dulce de su historia en la Palacio de los Deportes de Madrid con una victoria ante la ÑBA que quedará como uno de los días más tristes de los anales del baloncesto patrio (66-52). Se esfumó el sueño de una selección española que no supo gestionar su papel de favorita, que perdió para la causa a sus grandes estrellas y que tampoco estuvo ayudada desde el banquillo por un Juan Antonio Orenga, que probablemente ha cavado su tumba como entrenador. Todo lo contrario que el combinado francés manejado de manera impecable por el meticuloso Vincent Collet y que, a falta de sus grandes hombres Noah, Parker, Mahimi y De Colo, ha conformado un equipo que se lo llevará crudo a nivel continental en los próximos años. España cede su trono al vecino, que mañana se medirá a Serbia por un puesto en la final. Ésa que ya no será la de la ÑBA contra la NBA para desgracia de la FIBA.

El partido comenzó con un giro de guión respecto a cómo venían siendo los arranques de los de Juan Antonio Orenga en esta Copa del Mundo. Los franceses cerraron bien la defensa interior y a España le costó entrar en el choque. Tanto, que anotó sus primeros puntos pasados los tres minutos del encuentro. Antes, los de Collet se habían adelantado con un parcial inicial de 8-0. Un dato a tener en cuenta, ya que el combinado nacional solamente había estado apenas un minuto por debajo del rival de turno en todo el campeonato. Ayer tuvo que esperar hasta el 2'50" del primer cuarto para dar la vuelta a la tortilla con una canasta de Marc Gasol (11-12).

Y es que la ÑBA fue cobrando vivacidad en su juego gracias a que Ricky Rubio se puso el mono de ladrón y a que Navarro empezó a pedir la bola, además de que el técnico español empezó a mover el banquillo desde bien pronto para buscar alternativas a la imposibilidad de meter balones dentro. Cinco minutos de dominio francés y cinco de los locales supusieron el justo 15-15 al final del primer acto.

El segundo cuarto sirvió para confirmar que definitivamente había empezado lo serio para España, después de más de una semana paseándose por la Copa del Mundo. Los franceses, sobrados de confianza, ya no es que estuvieran muy fuertes en defensa, sino que empezaron a hacer gala de un magnífico juego ofensivo. Con el baskonista Heurtel manejando la batuta a lo Von Karajan y Rudy Gobert destrozando los aros con sus estruendosos mates, Francia cogió una ventaja que estiró hasta los siete puntos de diferencia que registraba el marcador al descanso (35-28). Mientras tanto, sin noticias del arrollador juego español y las alarmas encendidas en el Palacio de los Deportes, que ayer no fue de hielo como contra Senegal.

La bandeja fácil de Pau Gasol en el primer ataque de la segunda parte fue un aviso de lo que estaba por venir. Con Francia incapaz de mirar al aro por el magnífico trabajo de ayudas de los pupilos de Orenga, España fue aminorando poco a poco la desventaja con el consiguiente terremoto que se empezó a levantar en las gradas del coliseo madrileño. Fue el momento en el que a la ÑBA le empezó a sonar la película rodada en Granada hace una semana que terminó en un triunfo contundente por 88-64.

La memoria haciendo de las suyas y la sensación de déjà vu que empezaba a incrustarse en la cabeza de los jugadores españoles. Collet intentó arreglar los desajustes parando el encuentro, pero la maquinaria mental de los locales ya estaba en marcha y tras una trifulca entre Pietrus y Llul que acabó en falta técnica del galo, el combinado nacional retomó la ventaja en el marcador (39-40, a 4'18" del final del tercer cuarto). El colofón a la mejora se resumió en las últimas dos acciones de ese periodo: una jugada famosísima en el pabellón madrileño como el alley oop inventado por Sergio Rodríguez para mate de Rudy y un tapón de Pau Gasol para dejar el 42-43 a favor de España.

Sin embargo, Francia, egue que egue, no estaba dispuesta a irse del campeonato sin al menos intentar dar el campanazo. El ataque español comandado por Sergio Rodríguez regresó al atasco de la primera mitad, mientras que por el bando galo empezaron a emerger figuras de la NBA como Evan Fournier y Boris Diaw. Y el corazón de todos los aficionados patrios que se puso en un puño cuando a 6'51" del final un triple de Diaw subía el 51-45 al marcador. El sueño de la final contra Estados Unidos empezaba a alejarse hasta que Pau lo revivió tirando de garra y anotando un 2+1 (4'08"). Un último servicio del gran júnior de oro a la selección nacional, porque ese arranque de coraje fue un espejismo.

El ataque de España continuó bloqueado y los franceses seguían danzando sobre la pista sabedores de que era su noche. Cinco puntos seguidos de Heurtel dieron carpetazo al encuentro, dejando desolado el Palacio de los Deportes de Madrid hasta el 65-52 del final. Y es que cuando uno organiza eventos debe atenerse a lo bueno y a lo malo.

FICHA DEL PARTIDO: 

ESPAÑA 52: Rubio (4), Navarro (10), Rudy Fernández (6), Pau Gasol (17) y Marc Gasol (3). Ibaka (2), Rodríguez (0), Llull (5) y Calderón (5). 

FRANCIA 65: Heurtel (13), Batum (9), Gelabale (9), Diaw (15) y Lauvergne (4). Gobert (5), Fournier (4), Pietrus (2), Diot (4) y Jackson (0). 

Árbitros: Lamonica, Aylen y Latisevs. 

Cancha: Palacio de los Deportes. 

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