La selección española de fútbol sala buscará hoy en el Arena Zagreb (21:00/Energy) volver a coronarse como campeona de Europa, hito que lograría por sexta ocasión y por cuarta consecutiva, aunque su rival, Rusia, se presenta amenazante y con ganas de amargar la fiesta de la pentacampeona continental.

Los de José Venancio López llevan un torneo inmaculado, y de menos a más, como demostraron en su tensa semifinal ante una aguerrida Italia. Sin embargo, el examen ante los de Roberto Menichelli sirvió para comprobar el punto de madurez de un equipo que sabe que es el rival a batir. Los españoles demostraron concentración y hay que hacer una mención especial a la actitud defensiva, sobresaliente en la segunda mitad. Ahora, esa solidez atrás y ese crecimiento deben refrendarse en el último obstáculo, la siempre peligrosa Rusia, un rival duro, con calidad y con capacidad para dejar sin una nueva corona al combinado nacional, como ya hiciese en 1999 en Granada, en una fatal tanda de penaltis.

Los rusos también han firmado un buen torneo, mostrándose rocosos, y liderados por el talento que poseen, personificado en los nacionalizados Pula y Cirilo, bien secundados por otros jugadores clave como Maevsky y Prodnikov. El conjunto de Sergey Sokorovich dio un golpe en la mesa en las semifinales, donde apeó a la anfitriona Croacia por 4-2. Tiene como seña de identidad su buena disciplina defensiva y su capacidad letal al contragolpe.

La historia es favorable a España, que nunca ha perdido con los rusos en 17 duelos y a los que impidió convertirse en campeones de Europa en 1996 y en 2005.