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España se redime de un mal que tiene cura

  • Victoria Los de Scariolo se reponen del varapalo ante Francia con un fácil triunfo ante Nueva Zelanda Dudas Hasta el segundo periodo no se rompió el encuentro

España olvidó su derrota ante Francia con un amplio triunfo por 101-84 ante Nueva Zelanda, el primero del actual campeón en el Mundial de baloncesto de Turquía, con dos pilares desaparecidos en el debut: Navarro, con 18 puntos, y Marc Gasol, con 22 comandaron a la selección en un choque mucho más plácido que el del sábado, pero que no sentenció hasta la segunda mitad.

El combinado nacional salió con el firme propósito de reivindicarse, de demostrarse a sí misma que el choque y la derrota contra Francia fue un mero accidente. El encuentro comenzó con la tradicional haka neozelandesa, pero los tall blacks están lejos de intimidar tanto como sus colegas del rugby. Así, los de Scariolo se soltaron de inicio, todo un alivio tras el áspero partido ante Francia. Un triple de Navarro abrió el encuentro. Contestó con otro el conjunto oceánico, liderado por el anotador Penney, quien tras hacer 37 puntos ante Lituania ayer anotó 21.

No habían pasado cuatro minutos todavía y Rudy Fernández rubricó con un alley-hoop, vía Ricky, el 15-5 en el marcador. Todo parecía felizmente encaminado. Ricky Rubio conectó con menos problemas con Marc Gasol cerca del aro y anotaba; Rudy Fernández encestaba sin fallo y el conjunto del ataque español, sobre todo desde el perímetro, gozaba de fluidez ante una defensa mucho más abierta que la del día anterior. Hasta entraron sin fallo los ocho tiros libres de los primeros diez minutos tras el paupérrimo 53 por ciento de acierto ante el país vecino. Nueva Zelanda minimizó daños, sin embargo, y acabó el cuarto 28-19 abajo debido a que España relajó su defensa. El duelo era todo lo contrario al España-Francia. Poca dureza y muchos puntos.

Esa tendencia se mantuvo en el segundo cuarto. España no se iba en el marcador. A 4:23 minutos para el descanso, el marcador reflejaba un parejo 37-31. España jugaba de manera intermitente y no tan intensa y agresiva en defensa como lo fue ante Francia. Además, Nueva Zelanda no sólo encontró a Penney, sino también a Abercrombie, autor de 13 puntos en la primera mitad. Una canasta de Pledger en el último segundo por una desatención defensiva hispana escenificó el desconcierto del campeón del mundo, que se fue al descanso con una corta ventaja de cuatro puntos: 48-44.

Dos triples de Jorge Garbajosa y una jugada de dos más uno de Marc Gasol abrieron una brecha para España en el inicio de la segunda mitad, consumada con dos contragolpes que iniciaron el meteórico despegue (61-46) gracias al pequeño de los Gasol y Navarro.

De esta forma, al último periodo se llegó con un cómodo 77-63 para los de Scariolo, mucho más agresivos en defensa y serios a la vuelta de los vestuarios. El partido parecía que ya no peligraba para el campeón. Ni siquiera un parcial de 0-5 para los kiwis no inquietó a al rival, que puso de nuevo tierra de por medio (81-68). Ahí ya quedó asegurado.

El encuentro entró en una fase final sin tensión en la que España realizó varias jugadas espectaculares y sólo quedaba por saber la diferencia final que habría en el marcador.

Tras algún titubeo inicial en los diez minutos de la verdad, la selección demostró que su mal tiene cura pero que aún necesita cuidados. El día de descanso de hoy, antes de enfrentarse a Lituania el martes, que lidera junto a Francia con dos triunfos el grupo D, debe ser de reflexión.

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