El Estepona se trajo ayer de Murcia tres puntos doblemente importantes: porque le permiten sellar su mejor racha de la campaña, tres victorias consecutivas, y dejar atrás el puesto de promoción a Tercera División. Lo hizo, además, ante uno de los conjuntos que aspira a asaltar la zona de liguilla, un Murcia Imperial que nada pudo hacer ante la eficacia anotadora del Estepona. Superó su debe fuera de casa y logró un triunfo (0-2) que insufla aire y tranquilidad al Muñoz Pérez. La permanencia está más cerca.

El filial pimentonero le puso al balón una etiqueta de su propiedad y no lo soltó en ningún momento. Los pupilos de Raúl Procopio, ante el dominio local, se dedicaron a esperar la aparición de su ocasión, conscientes de que el Imperial nunca alcanzaba con peligro la puerta de René. A partir de los tres cuartos de campo, se paralizaban ante el orden y la concentración de la escuadra malagueña.

El golpe del Estepona vino al comienzo de la segunda mitad. Javi Muñoz, como ya hiciera la semana pasada ante el Roquetas, situó el balón en las cercanías del área para botar una falta y ésta se resolvió con un lanzamiento que perforó sin oposición las mallas murcianas.

El guión de encuentro no varió. El Murcia, dueño de la iniciativa, y el Estepona, al acecho de la sentencia. La desventaja hizo que se acrecentara el dominio de un Imperial totalmente romo en ataque. El bloque de Procopio avanzó líneas con el paso de los minutos, debido a que los locales contemplaban como imposible el empate ante los resultados de sus estériles intentos. Y así llegó el segundo tanto del Estepona a través de Moncho, que hacía su debut de rojillo. El partido acariciaba la conclusión y un buen remate suyo dentro del área exterminó las esperanzas granas.