Tres semanas después de cerrado el Mundial de fútbol, la FIFA anunció ayer multas a España y Holanda por el violento juego que se empleó en la final.

España, campeona mundial al ganar por 1-0, deberá pagar unos 7.300 euros porque cinco de sus jugadores, concretamente Sergio Ramos, Puyol, Capdevila, Iniesta y Xabi Alonso, recibieron tarjetas amarillas en ese encuentro.

Por su parte, el conjunto holandés fue multado con casi 11.000 euros por las amarillas que recibieron Van der Wiel, Mathijsen, Van Bronckhorst, Van Bommel, De Jong, Van Persie y Robben, además de una doble amarilla que determinó la expulsión del partido de John Heitinga.

Según los estatutos de la FIFA, los equipos pueden ser sancionados si en un partido se amonestan al menos a cinco jugadores, cifra que la final del 11 de julio superó con creces, rebasando así las 6 repartidas en el 3-2 de Argentina sobre Alemania en México 86.