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Forlán, sin deudas pendientes

  • El delantero uruguayo salda una cuenta en Sudáfrica y ya es 'crack' mundial

Dos Botas de Oro, título de la Liga  Europa con el Atlético de Madrid, embajador de la Unicef: el uruguayo  Diego Forlán venía sumando méritos en su hoja de servicios pero le  faltaba una gran actuación en la élite del fútbol mundial, la que  plasmó ahora en Sudáfrica 2010. 

Más allá de cómo le vaya a Uruguay el sábado en su partido por el  tercer puesto y a él mismo, que arrastra una molestia cerca del  abductor, el delantero se ganó un puesto entre los mejores en el  Mundial próximo a concluir a fuerza de goles -cuatro- y de destacar  en el juego de su selección. Y de paso, saldó una vieja deuda con la celeste y sus hinchas,  ya que durante varios años Forlán no escapó al karma de la estrella  sudamericana, la cual brilla en su equipo europeo pero se opaca con la camiseta de su país. 

Con su melena rubia al viento, Forlán fue vital con un doblete en  la goleada sobre la anfitriona Sudáfrica que abrió a la celeste las  puertas a los octavos de final. Pero además, aportó en ese partido y  en los siguientes ante México, Corea del Sur y Ghana una excelente  actuación como enganche pese a no ser su hábitat natural. 

El jugador de 31 años dejó de lado cualquier egoísmo y trabajó  para que su compañero de ataque Luis Suárez, bien de punta, tuviera  chances concretas y marcara los tantos de las victorias sobre  mexicanos y surcoreanos. "Más atrás es más difícil que convierta,  pero lo importante es que le vaya bien al equipo", dijo entonces. Respondiendo a los deseos del entrenador Oscar Tabárez -que lo  prefirió en esa función a un enganche más definido como puede ser  Nicolás Lodeiro- Forlán se retrasó unos cuantos metros en el terreno  para alimentar al goleador del Ajax y a Edinson Cavani, con buenas actuaciones pero sin fortuna para dejar su marca en el arco contrario

En contraposición sí la siguió dejando el atacante del Atlético,  que cuando se le venía la noche a su equipo contra Ghana metió un tiro libre de libro para una igualdad que sirvió luego para llegar a la victoriosa definición por penales y al pasaporte a semis. Y también puso su sello en la noche del martes en Ciudad del Cabo  con un zurdazo envenenado que venció la resistencia del arquero  Maarten Stekelenburg para el empate transitorio 1-1. Después llegó la seguidilla de goles naranjas y el descuento celeste para el 3-2 que  depositó en la final de Johannesburgo a los europeos. 

El liderazgo anímico de Forlán en la nueva selección uruguaya  -que se metió a último momento en el Mundial y como mínimo tiene  asegurado igualar en Sudáfrica su mejor posición desde México 70,  cuando fue cuarta- quedó evidenciado en el brazalete de capitán que  lució ante Holanda ante la ausencia del lesionado Diego Lugano

A seis minutos del final, por esa molestia muscular que sintió  desde el arranque del partido y adjudicada al cansancio de haber  jugado 67 partidos en la temporada, Forlán dejó la cancha. Luego  aclaró que espera llegar en condiciones para el choque en Port  Elizabeth por el tercer puesto, que anunció será para Uruguay una  nueva final. "No nos vamos a conformar con el cuarto puesto",  advirtió. 

El próximo partido significa además para Forlán la posibilidad de luchar por el sitial de privilegio entre los artilleros del Mundial,  ya que suma apenas un gol menos que el español David Villa y el  holandés Wesley Snejider, ambos con cinco. Si las estrellas se siguen alineando y su físico lo permite, es  posible que el Forlán todoterreno y goleador todavía aumente su cuenta y la de su equipo, ahora que ya no tiene deudas pendientes.

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