La cita es en Fuenlabrada, un lugar peculiar. Al sur de Madrid, zona humilde, el Partizan de Belgrado puso la semilla del baloncesto hace dos décadas, cuando jugó allí debido a la guerra de los Balcanes durante la Euroliga que después ganó. Punto de encuentro habitual de la ACB, en los últimos años el Fernando Martín ha sido la lanzadera de muchos jugadores. Pocos medios y dinero, mucha imaginación para fichar, rentabilizada después con costosos traspasos. En las tres últimas temporadas vendió a Brad Oleson, Saúl Blanco, Esteban Batista, Bismack Biyombo y Gustavo Ayón, estos dos últimos hace apenas semanas, y recaudó cinco millones de euros. Pese a ello, el dinero escasea.

Allí se planta hoy el Unicaja para seguir en la cabeza de la tabla. Complicado, el Fuenlabrada apura sus opciones de Copa del Rey. En su pista, quizá la más ruidosa de la ACB, es difícil ganar. Lo saben bien varios miembros del Unicaja. El que más, Chus Mateo. Desde allí vino a Málaga el verano pasado. Estaba instalado cómodamente como segundo entrenador y con responsabilidad a la hora de fichar y gestionar la cantera. De hecho siguen allí su mujer y dos hijos, pero el Unicaja le ofreció la oportunidad de su vida. La ha agarrado con las dos manos con un final de la anterior campaña y un principio de ésta fenomenal que ha cambiado la espiral negativa que envolvía al club. Vuelve Mateo un año después a Fuenlabrada convertido en uno de los técnicos de moda en la ACB.

"Es una cancha realmente complicada, con un equipo luchador al máximo que sabe sobrevivir en circunstancias, muchas veces muy adversas y que está demostrando una vez más que, aparte de ser capaces de luchar, sabe hacer un buen baloncesto. Nuestra mentalización de cara al partido tiene que ser la clave para conseguir la victoria", corrobora Mateo, que admite que es un duelo especial para él: "Tengo mucho cariño a ese club, a ese equipo, a esa afición… porque ha sido una afición que me ha demostrado mucha cercanía hacia mi persona. He disfrutado de tres años magníficos en los que he estado entrenando allí, mi familia vive en esa ciudad y hay un sentimiento especial porque es un club al que le tengo cariño".

También saben qué es la ciudad madrileña Kristaps Valters y Gerald Fitch. Los dos llegaron por primera vez a España allí, cazados por el buen ojo de la dirección deportiva fuenlabreña. Mateo fue valedor máximo de los dos para que vinieran a Málaga, apostó personalmente por ellos. Con mayor o mejor nota, los dos ofrecen un rendimiento que satisface al técnico y en general. No son prodigios de regularidad, pero los dos han ganado partidos.

Y miramos al otro lado del cristal, al cruce de caminos y a la presencia más morbosa: Saúl Blanco. Dejó de ser jugador del Unicaja el miércoles tras dos años y medio en los que no corroboró las expectativas. "Tenía pocos minutos y poca confianza del entrenador", decía en su presentación. Seguramente no merecía al final de su periplo malagueño ni una cosa ni la otra. Hay quien piensa que había otra fecha para desprenderse de él antes que la víspera de un enfrentamiento contra su nuevo equipo. Pero el Unicaja optó por resolver cuando se pudo unas conversaciones y quitarse una lorza pesada. Recuerda a lo que ocurrió la temporada pasada con el regreso de Garbajosa, cuyo primer partido fue contra el Real Madrid. Saúl fracasó en Málaga y el Unicaja lo ha pagado caro. Llegó a Málaga en 2009 y se va en 2012 sin dejar huella positiva.

El círculo de reencuentros de cierra con Jon Cortaberría, formado en el Unicaja y fichado por el Fuenlabrada por recomendación expresa de Chus Mateo, que le conocía de cuando jugaba de manera inexplicable en LEB Plata con el Clínicas. Para completar, Cortaberría es cuñado de Berni Rodríguez.

En este duelo de habituales y conocidos y flujo de jugadores y técnicos, hay un partido atractivo, único de la Liga Endesa este sábado. La marcha de Ayón, estaba asumido, ha mermado el potencial fuenlabreño, cuyos exteriores se convierten ahora en el principal peligro, con una peligrosa batería. Pero la superioridad en el juego interior del Unicaja debería ser nítida, porque Mainoldi está renqueante y será duda hasta el último minuto. Aunque Sené realizó un partidazo en Vitoria y empieza a asumir galones. El cruce de caminos está en el corazón del Fernando Martín, donde se palpa tensión, ruido y baloncesto.