La actualidad del Unicaja se mueve estos días en medio de una nebulosa que impide dar la categoría de certeza a cualquier información que verse sobre el futuro de la entidad. Todo está aún por hacer pero sí existen algunas certezas sobre el proyecto futuro. Y una de ellas es el interés existente en el club malagueño en procurar el regreso de Jorge Garbajosa.

Desde Los Guindos se busca un golpe de efecto con el que frenar la peligrosa espiral negativa en la que se halla inmersa la entidad desde la marcha del ídolo en 2006. Y se entiende que la vuelta del jugador que se ha convertido en el buque insignia de la época dorada del club lograría tal impacto. En ello está el Unicaja desde que hace varias semanas iniciara los contactos con el agente del jugador, Arturo Ortega, quien ya conoce de primera mano el interés cajista por su representado. Una operación muy complicada que, desde ayer, cuenta con una traba menos para allanar su camino hasta Málaga. Y es que, según anunciaba ayer un teletipo de la agencia Efe, los representantes del jugador han iniciado las negociaciones con el director general de los Raptors, Bryan Colangelo, para la desvinculación del ala-pívot de la franquicia canadiense.

La más que probable salida de Garbajosa es el desencadenante a una situación que se había convertido ya en insostenible. Los Raptors consideraron que la Federación Española forzó su vuelta en el Europeo pasado poco después de que se recuperase de su lesión en el tobillo derecho. Tras jugar con la selección, volvió a lesionarse, esta vez de mayor consideración, y tuvo que ser operado en diciembre de 2007. Desde entonces, Garbajosa ha pasado un calvario. Sólo ha podido jugar seis partidos en la pasada temporada y se ha visto en medio del litigio legal entre la Federación, la Mutua Madrileña y los Raptors por el seguro firmado para que pudiera jugar el Eurobasket. Además, Bryan Colangelo aseguró hace poco que, mientras tuviera contrato con los Raptors, Garbajosa no iría a los Juegos Olímpicos de Pekín.

El madrileño, que ha sido convocado recientemente por Aíto García Reneses para la cita olímpica a la espera de su evolución física, está dispuesto a salir de Toronto. Ahora debe negociar su salida, pues aún le queda una temporada más de contrato a razón de 4 millones de euros (menos de 3 millones de euros al cambio actual) y decidir qué hacer con su futuro inmediato. Está la opción de persistir en la aventura americana, algo complicado tras una temporada prácticamente en blanco, o la de regresar a Europa. Y ahí está el Unicaja, dispuesto a clavar sus garras en el de Torrejón y traerlo de vuelta a Málaga en loor de multitudes.

No será fácil. Se ha eliminado una traba importante, pero quedan otras por el camino. El anuncio de la salida de Garbajosa de los Raptors despertará el interés de los mejores clubes de Europa, entre ellos el Real Madrid, que ya ha mostrado su deseo de hacerse con sus servicios. Su condición de madrileño juega a favor en este supuesto, aunque no tanto el hecho de que el equipo blanco ya cuente con dos cuatros para la próxima temporada (Hervelle y Masey más Felipe Reyes) y necesite, ante todo, un cinco.

El Unicaja está al acecho y espera que el glorioso pasado de Garbajosa como cajista ayude a inclinar la balanza de su lado. La operación, sin embargo, no ha hecho más que empezar.