Vassilis Spanoulis fue uno de los hombres clave del partido de ayer. No sólo lo dicen los números. Tanto Granger como Stefansson reconocieron en sus declaraciones la infalibilidad del griego en los momentos decisivos del choque. "Es un jugador que decide partidos y se ha visto", afirmó el uruguayo, mientras que el islandés iba un poco más allá al hablar sobre el talento del base, al que tuvo que sufrir en muchas fases del partido tras intentar suplir la baja de Markovic en la dirección. "Es uno de los mejores de Europa, un líder nato. Todos los sistemas son para él y si no tira, logra pasarla al jugador mejor colocado. Es muy difícil de defender", explicó.

Más centrados en el partido, el propio Granger destacó que la victoria se había decantado por "pequeños detalles, pero tenemos que quedarnos con lo bueno y pensar ya en el partido del domingo". Uno de los temas más candentes es su renovación, sobre la que no quiso incidir demasiado. "Ya veremos que pasa, intento estar centrado en el día a día y en jugar, no me preocupo de eso", afirmó el uruguayo.

Por su parte, Stefansson reconoció que llevaba "más de 10 años sin jugar de base, pero era lo que requería el equipo y estoy aquí para ayudar. Al principio me costó un poco pero en el último cuarto estuve más cómodo. Tengo que ayudar al equipo como sea, esa es mi función. Jugamos muchos partidos en pocos días y eso se nota. Somos 12 jugadores y todos intentamos ayudar. Ahora debemos olvidar la derrota y pensar ya en el partido del domingo", concluyó.