golf lMasters de Augusta

Jiménez planta cara al campo

  • Augusta se pone difícil y el malagueño firma una buena tarjeta de 70 golpes que le hace escalar

La ley de Augusta es implacable. Empezó a soplar ayer el viento y las tarjetas comenzaron a subir en número de golpes. Y Miguel Ángel Jiménez, que pasó el corte por dos golpes, se aferró al campo desde buena mañana y, despojado de presión, escaló posiciones merced a una vuelta de 70 golpes, dos por debajo del par del campo, en el que justamente acabó la segunda jornada.

Jiménez firmó tres bogeys (hoyos 4, 7 y 10) y cinco birdies (2, 8, 11, 12 y 13). Curiosa esta última secuencia de hoyos por debajo del par. 11, 12 y 13 componen el Amen Corner, uno de los lugares más sagrados del golf mundial. La trinidad se usa por la belleza de los hoyos y por la dificultad de los mismos. Una detalle curioso con el que adornar una tarjeta de 70 golpes que, al cierre de esta edición, le tenía en el puesto 26, a siete golpes del liderato, tres menos que en el jornada previa. Resulta impensable un asalto al título hoy, pero no es descabellada una posición en el Top 10, que ya ha visitado Jiménez tres veces a lo largo de su carrera en Augusta.

En la cabeza moraban dos jóvenes, el australiano Jason Day y el norirlandés Rory McIllroy, ambos con -9. El primero había firmado una brutal tarjeta de 64 golpes en la segunda jornada que le había aupado a la pelea. También merodeaba Tiger Woods, que volvió por un día a su mejor versión para hacer 66 el segundo día. Pero los primeros clasificados tras el paso del ecuador empezaron a estrellarse con el campo y allí aparecía el siempre peligroso argentino Ángel Cabrera, que ya sabe lo que es ponerse una chaqueta verde, en 2009. Firmó una tarjeta de 67 en la tercera jornada y, con el recorrido ya acabado, su -8 acechaba a McIllroy y Day, que andaban en el par en el día de ayer , como Tiger Woods. Para hoy quedará la sentencia de un torneo cada vez más apretado.

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