Joan Plaza (Barcelona, 1963) cumplirá en diciembre 50 años. Pero no es una cara gastada en el mundillo de baloncesto. Con esa edad parece que los mejores años de su carrera, pese a haber dirigido durante tres temporadas al Real Madrid, están aún por llegar. Una maduración lenta pero paso a paso, siendo segundo de Manel Comas, Aíto García Reneses o Boza Maljkovic, le valió para tener una oportunidad, que aprovechó desde primera hora, en el gigante blanco. Otro ciclo de tres años en Sevilla le consolidó en la élite de la canasta nacional, reverdeciendo episodios brillantes olvidados en la capital andaluza. Pero él ambicionaba más para Kaunas que se fue. Su agente, Arturo Ortega, con buenos contactos en la zona desde que trajera a España hace más de dos décadas a Arvydas Sabonis, le ofreció una opción a la que no dijo no.

El nombre de Joan Plaza está bien visto en Los Guindos desde hace años. Cuando se dudó si apostar por Chus Mateo o no, su opción estuvo encima de la mesa y hubo contactos. Él siempre quiso entrenar en Euroliga, algo que en Sevilla no podía hacer aunque estuvo a punto de conseguir al llegar a la final de la Eurocup. En semifinales, por cierto, tumbó al Benetton de Repesa. Para el año próximo, a la espera de qué sucede con el croata, en Los Guindos está en la pole en la parrilla de aspirantes a dirigir al equipo.

"La mayor ventaja del Unicaja son sus aficionados, que están entre los tres mejores de España durante los últimos 15 años. Empujan mucho a su equipo, es una cancha muy difícil para sus oponentes", decía ayer el catalán en la web de la Euroliga, bastante optimista sobre el ambiente que le espera a su equipo: "El Unicaja tiene un jugador franquicia en la figura de Marcus Williams, un jugador muy especial. Pero también con tipos como Zoric, Calloway, Urtasun, Panko y Vázquez conforman un gran equipo".

Plaza se centra en las opciones de su equipo, que sufrió la baja por lesión de Jankunas y la marcha de Jaaber. "Hablando de nosotros, hemos jugado nueve partidos a domicilio. Ganamos cinco y los cuatro que perdimos lo hicimos por cuatro puntos o menos. En estos meses en Kaunas, he aprendido que los lituanos nunca se rinden y, a pesar de nuestros problemas, combatiremos hasta el final este viernes en Málaga", auguraba Plaza, colocado hoy en medio de la pasarela del Carpena.