Semifinales · Uruguay

Luis Suárez, en el papel de héroe y villano

  • Su decisiva parada en el instante final de la prórroga con Ghana leconvirtió en héroe a un lado del Océano Atlántico y en villano al otro.

Todo es según el color del cristal con que se mira. Y Luis Suárez, por obra y gracia de su decisiva parada en el instante final de la prórroga con Ghana, se convirtió en héroe a un lado del Océano Atlántico y en villano al otro.

Figura y artillero de la celeste en Sudáfrica 2010, Suárez fue clave para su equipo por motivos ajenos a su habitual función: parado sobre la línea de meta, en el minuto 120, rechazó con su mano un cabezazo de Adiyiah que hubiera convertido a Ghana en la primera selección africana en meterse en semifinales de un Mundial. El árbitro portugués Olegario Benquerenca juzgó correctamente la acción: expulsó al delantero del Ajax y señaló penalti. Pero como Gyan falló la pena máxima y el 1-1 final obligó a ir a una tanda de penaltis que llevó el delirio a Uruguay y la indignación a Sudáfrica y el resto del continente.

"África fue robada", tituló ayer el diario Cape Times. Algunos aficionados africanos llegaron más lejos aún y afirmaron que el colegiado debió haber dado gol, aduciendo que el balón traspasó la línea cuando Luis Suárez lo rechazó, lo cual parecen negar las imágenes de televisión. "Tenía el cuerpo adentro, por eso no pude sacar la cabeza y no tuve otra que meter la mano", explicó el delantero, de 23 años y goleador de múltiples recursos, tal como lo atestiguan sus 47 goles en 46 partidos para el Ajax en esta temporada.

"Vale la pena ser expulsado de esta manera. Sufrimos hasta lo último, pero la mano de Dios la tengo yo ahora", agregó el punta uruguayo en referencia al famoso gol con la mano de Maradona en el partido de cuartos de final contra Inglaterra en México 1986. Los compañeros de Luis Suárez no tienen dudas: fue uno de los tres héroes de la inolvidable noche del pasado viernes, junto a Muslera, que atrapó dos remates desde los 11 metros, y Abreu, que picó la pelota para convertir el último penalti. "Suárez salvó el partido con esa mano", afirmó Forlán. "Fue la mano de Dios y la Virgen María", dijo Tabárez, que no podrá contar con el delantero para la semifinal del próximo martes ante Holanda, ya que fue sancionado con un encuentro por parte del Comité Disciplinario de la FIFA.

El técnico de la escuadra uruguaya tendrá que apostar, entonces, por otras opciones, pues pierde al atacante que le resolvió a fuerza de goles los partidos frente a México y Corea del Sur, y que con su mano frente a Ghana resucitó a una Uruguay que estaba ya con el respirador artificial.

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