Fútbol l Copa del Rey

El Madrid permite el clásico

  • Ozil y Adebayor sentencian a un correoso Sevilla que no se rindió hasta el final y que en el primer tiempo pudo igualar la eliminatoria si no le anulan un gol a Negredo, lo que permite el Real-Barça en la final

El Real Madrid certificó su pase para la final de la Copa del Rey después de vencer (2-0) al Sevilla en el Santiago Bernabéu, por lo que peleará con el Barcelona por el título el próximo 20 de abril. El conjunto de Mourinho, que contaba con un gol de renta por su victoria en el Sánchez Pizjuán de la semana pasada, controló el envite en todo momento y no pasó excesivos apuros para sellar su billete a la gran final. Aunque dispuso de muchas ocasiones durante los 90 minutos, fueron Ozil y Adebayor los que pusieron la rúbrica en los últimos instantes.

A pesar de los últimos traspiés, lo que sí hay que reconocerle al técnico luso es la importancia que le ha dado desde el principio al torneo del k.o. Ni en eliminatorias sencillas contra Murcia o Levante, ha presentado un equipo plagado de suplentes. Al revés, quizás ha exprimido demasiado a los jugadores con los que cuenta, caso de Cristiano Ronaldo, que no atraviesa su mejor momento.

Sin embargo, y a pesar de haber casi hipotecado sus opciones en el campeonato liguero, el conjunto blanco está en la final del torneo más antiguo del fútbol español, algo que no ocurría desde hace siete años, cuando comenzó el principio del fin de la era galáctica en Barcelona ante el Zaragoza. Tras vencer en Sevilla gracias a un gran gol de Benzema, la vuelta fue apacible, casi sin sobresaltos para los locales, que controlaron bien a un rival que deja un torneo que conquistó la temporada pasada. Sólo se salvó Negredo, ex de la 'Casa blanca' y que fue el único que llevó el peso ofensivo de los hispalenses, que sufren una crisis de juego preocupante.

Tampoco es que los madrileños vayan sobrados. Volvió Xabi Alonso tras el descalabro de Pamplona, pero el juego siguió sin tener la fluidez que necesita en el centro del campo. Aun así, Benzema pudo echar el cerrojo a la eliminatoria a los cinco minutos, cuando se encontró solo ante la portería tras un remate al palo de Di María, pero el galo volvió a errar.

A falta de juego, el Real Madrid cuenta con cuatro atacantes de vértigo, cuatro futbolistas de una calidad enorme que cuando se asocian son capaces de cualquier cosa. Y así ocurrió a la media hora de encuentro. Ozil se apoyó en Benzema, que rápido encontró al extremo argentino para que sirviera a Cristiano, pero el '7' se topó con Varas y desaprovechó la más clara del primer acto.

Enfrente estuvo el conjunto de Manzano, en el que se estrenó el refuerzo Rakitic, cumplidor, pero que no pudo hacer nada ante el poco bagaje de los suyos, que sólo asustaron a Casillas cuando Albiol despejó de manera deficiente un centro desde la derecha. Se anuló un gol a Negredo en el que el fuera de juego fue muy justo.

Tras la reanudación y con el coso blanco vibrando consciente de la situación, comenzaron a sucederse las ocasiones en la meta del joven portero andaluz, que sustituía a un sancionado Palop. Tuvieron que ser Ozil y Adebayor- que se estrenó en el descuento- los que pusieran el lazo a la eliminatoria. Así, el Real Madrid, que no gana la Copa del Rey desde el año 1993, se clasificó para la final, donde ya le esperaba el equipo de Guardiola, que se paseó por Almería como ha hecho en todas las eliminatorias menos ante el Athletic. Los de Mourinho se han ganado el derecho a retar al Barcelona, su máximo rival.

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