Fútbol l Primera División

El Madrid saldrá líder del clásico

  • Dos goles de Van Nistelrooy y Snejder mantienen la ventaja con el Barcelona en cuatro puntos

Su pegada demoledora permitió al Real Madrid derrotar a un Osasuna vistoso, pese a sus numerosas bajas, en el día que los jugadores del equipo blanco apostaron por la ley del mínimo esfuerzo, con la mente puesta en el clásico que afrontarán con cuatro puntos de diferencia contra el Barcelona, por lo que, ocurra lo que ocurra, saldrá líder del Camp Nou.

La lesión de Messi estaba presente en el Bernabéu. Nadie quiere perderse el gran partido del año y, mezclando el cansancio del encuentro europeo ante la Lazio con las miradas que enfocan al Camp Nou, no era el momento de arriesgar. Bernd Schuster persistió con el equipo que luchó el triunfo de San Mamés y se divirtió ante la Lazio. Ha colgado el cartel de suplente sobre Guti, que respeta pero no entiende su cambio de rol. La irrupción de Baptista coincide con un castigo exagerado a Guti. Y el debate se desvirtúa al cuestionar la incompatibilidad de ambos.

Nació el partido con un Osasuna valiente pese a la losa que representaban las ocho bajas con las que acudía a la cita. Dominó de inicio, adelantando sus líneas, jugando con velocidad y liderado en ataque por un inspirado Carlos Vela, que dejó detalles de estrella.

Un lanzamiento de falta de Plasil y un cabezazo de Flaño, que se paseó por la línea de gol, plasmaban la superioridad rojilla en el centro del campo, donde la intermitencia de Sneijder provoca un juego a tirones. Falta un referente en el centro del campo.

El partido era una película ya vista en el Bernabéu esta temporada. Un equipo rival superior de inicio, pero un ambiente de tranquilidad a la espera de la aparición de la pegada demoledora. Ha encontrado Schuster la llave del éxito en casa con su trío ofensivo inamovible. Robinho, Van Nistelrooy y Raúl se entienden a la perfección. Brillan en rápidas transiciones y jugadas individuales que acaban siempre en remates a la portería rival.

Ante Osasuna el partido se decantó a balón parado. Sneijder se enchufó unos instantes, para lanzar un preciso pase a la cabeza de Van Nistelrooy, que superó a Ricardo. El gol calentó por unos instantes el juego frío madridista y en dos minutos llegó más que en todo el partido. Sergio Ramos rozó el gol con un potente disparo y Baptista remató alto.

El Real Madrid se volvió a desenchufar. El enfado de la grada se comenzaba a mascar. De momento lo evitó Pepe. El central estuvo acertado en todas sus acciones. No cambió el panorama en el inicio del segundo acto. Robinho, desaparecido hasta el momento, comenzó a desequilibrar y culminó dos rápidas jugadas en sendos disparos peligrosos. Los silbidos de la afición llegaron y fue el momento de recurrir a Guti. Una jugada de éste con Van Nistelrooy acabó en asistencia a Sneijder, que fusiló a Ricardo. El líder sigue ganando todo lo que juega en el Bernabéu, con una pegada demoledora.

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