Hace ya más de cinco años que el Málaga inició una era pionera en el fútbol español con la llegada del primer jeque. Desde el primer día de Al-Thani al frente del club, se notó una nueva manera de gestionar que ha pasado por varias fases y que hoy en día sigue dando mucho que hablar. Incluso se ha enrarecido más todavía. A pesar de que Abdullah Al-Thani encargó la gestión a un grupo de abogados para estar más encima del club (más que nada de las cuentas), el resultado es otra estructura de escasa operatividad que se rige desde la Costa del Sol pero que tiene tres vértices en Doha, Granada y Vigo.

Cuando el dueño del Málaga tomó la determinación de prescindir de los servicios de Mario Husillos, Vicente Casado y Manolo Novo, buscaba dos objetivos: reforzar a Javi Gracia en su cargo y tener un mayor control sobre los fondos del club, tal y como reveló posteriormente Pedro Fernández Segura. El granadino es quien lleva la voz cantante entre el grupo de abogados en los que delegó el jeque su confianza. Es quien comunica las decisiones y habla con los pocos dirigentes que quedan y el personal de Martiricos. Trabaja a caballo entre Granada y Málaga y huye del contacto con los periodistas arguyendo que continúan auditando la entidad hasta tener una noción completa de qué ha ocurrido en los últimos tiempos. Compareció el primer día para explicar una serie de medidas que iban a tomar, muchas de las cuales, por cierto, no se han llevado a cabo, como la publicación del sueldo de los anteriores dirigentes y otros comportamientos económicos desviados que denunció en su aparición.

Con este nuevo modelo se abría un periodo más intervencionista del jeque. No obstante, la mayor diferencia está en que ha vuelto a ser más continuo en las redes sociales para referirse al club. Más que nada para trasladar mensajes de ánimo o arengas durante los partidos. Sigue sin tener fecha prevista para regresar y los proyectos de La Academia y La Bajadilla siguen a la espera de que dé un paso al frente. Eso sí, de cara a mejorar y renovar su imagen ha traído al club los servicios de Belén Álvarez, que además de amiga personal y traductora, tendrá el cometido de llevar la relaciones institucionales del club en nombre de Al-Thani. Lo hará viviendo a caballo entre su Vigo natal y Málaga.

Por su parte, Nasser y Nayef, hijos del jeque y consejeros de la entidad, están más activos en los últimos meses en cuestiones de representación y actos sociales. Intentan involucrarse en el día a día más de lo que hacían, si bien su capacidad ejecutiva por ahora brilla por su ausencia.

Es la radiografía de un raro club en el que también resulta sintomático que el director deportivo, Francesc Arnau, pidiera funcionar con vida propia aparte de la operativa diaria, precisamente para no ver ralentizadas sus gestiones y actuar de modo independiente.

BlueBay presenta hoy un proyecto de club por si el juez le da la razón

Otro asunto que confiere mayor complejidad aún al funcionamiento del Málaga es la demanda que BlueBay interpuso sobre la propiedad de las acciones y que sigue su curso judicial (se espera que dentro de poco se conozca la fecha del juicio). Hoy precisamente la cadena hotelera vuelve a aparecer en escena ya que ofrecerá, en su sede de San Pedro de Alcántara, una rueda de prensa en la que detallará el tipo de proyecto que quiere aplicar en el Málaga si el juez les da la razón en el contencioso abierto con Abdullah Al-Thani, aunque la resolución definitiva puede demorarse incluso años. javier albiñana Gonzalo Hervás, de BlueBay, en la vista previa del juicio.