waterpolo liga mundial masculina

Málaga como lanzadera

  • España abre la competición en Inacua ante Holanda en un choque para dar un paso adelante

  • El triunfo es innegociable para luego pelear con Hungría

España disputa un partido clave de cara a sus aspiraciones en la Liga Mundial.

España disputa un partido clave de cara a sus aspiraciones en la Liga Mundial. / alberto estévez / efe

Se viste de gala esta tarde (19:00) Inacua para recibir a la selección española de waterpolo. Iniciará el combinado nacional una nueva temporada de la Liga Mundial en la capital de la Costa del Sol. El rival para esta jornada inaugural es Holanda. Una fase preliminar que toma su inicio hoy y que finalizará el próximo abril.

Está encuadrada España en el grupo C junto a los tulipanes y a Hungría, uno de los grandes favoritos de la cita. El A lo componen Rumanía, Serbia y Montenegro; siendo el B para Croacia, Alemania y Rusia. En cada grupo se enfrentarán todos contra todos y los cuatro mejores se clasificarán para la Super Final. Una fase que se disputará del 18 al 23 de junio de 2018 junto a los rivales que se unan de otros continentes para dirimir al campeón mundial.

El formato de la competición provoca que España no se pueda permitir un tropiezo ante el rival más débil. Debe servir Málaga como lanzadera para hacer frente a Hungría con menos urgencias. Los húngaros quedaron subcampeones en Budapest en la pasada edición, donde dominó Croacia. Al tercer cajón subieron los serbios.

El próximo encuentro para los españoles será a domicilio el 16 de enero ante Hungría. Menos de un mes después, el 13 de febrero, tocará rendir visita al combinado que hoy tendrá enfrente. Y cerrará esta fase de grupos el 10 de abril con el partido ante los húngaros en suelo español. Cuatro partidos para colocarse entre los cuatro mejores y avanzar de ronda. El techo actual está en la novena posición de la edición pasada.

Lleva el equipo de David Martín varios días ejercitándose en las instalaciones de Inacua de cara a este fundamental choque. Jornadas para conocer la piscina y para acabar de ajustar mecanismos que permitan ver a una selección con un juego fluido.

Quedan lejos las cotas de hace poco menos de una década, pero sí debe España aprovechar las inercias más próximas para intentar colarse en el grupo de los mejores. La mejor forma de salir es encontrar la sonrisa ante Holanda. Málaga será testigo.

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