rugbyjesús moreno. jugador de la selección española de rugby

"Málaga tiene potencial para ser puntera en el rugby"

Jesús Moreno, en el centro de la imagen.

Jesús Moreno, en el centro de la imagen. / Efe

El rugby masculino español está en plena efervescencia, a sólo una victoria de acudir a la segunda Copa del Mundo de su historia. La primera fue en 1999 y, 20 años después, el XV del León puede repetir en lo que se contempla como una gesta. Una victoria este domingo (13:00 horas) en Bélgica es la distancia que separa del billete para Japón. El premio aumenta por la posibilidad de jugar contra el anfitrión en el partido inaugural y compatir grupo con Escocia e Irlanda. Una de las piezas esenciales del grupo es un malagueño, Jesús Moreno (Rincón de la Victoria, 1986). Con medio centenar de internacionalidades, ha hecho carrera en Francia y ahora juega en el Provence, con el que pelea para subir a la D2. Antes lo hizo en Burdeos, Montluçon y Limoges. Desde la concentración en la Residencia Blume, antes de partir a Bélgica, atiende la llamada de Málaga Hoy.

-¿Cómo se está viviendo esta situación que puede ser histórica para el rugby español?

Si conseguimos la victoria ante Bélgica todo será perfecto, pero, cuidado, aún no estamos clasificadosNo creo que a corto plazo cambie nada en la liga, pero sí puede haber efecto llamada y que crezca la pirámideQuizá en Málaga falta unificar, hay mucho inglés y francés que se sentiría atraído por algo poderoso

-Un poco rápido, se ha acelerado todo sobre todo desde que se ganó en Rumanía. Poco gente pensaba que íbamos a ganar, pero se hizo. Hicimos un buen partido, nos salió muy bien, también fue muy importante la victoria en Rusia para acercarnos a la Copa del Mundo. Si conseguimos la victoria en Bélgica todo va a ir perfecto. Pero todavía no estamos clasificados.

-¿Cómo es Bélgica?

-A nivel de juego no es un equipo que sea muy organizado. Tiene unos delanteros rocosos bastante duros, bastante guerreros en zonas de contacto. Les gusta jugar en el caos y el desorden. Debemos hacer una defensa sólida y concentrada.

-Lleva una larga trayectoria con la selección. ¿Qué ha cambiado para que se esté muy cerca de algo que durante varios lustros no se rozó?

-Creo que el seleccionador, Santi Santos, ha sabido mostrarnos el objetivo final dándonos a los jugadores mucho más autonomía. Hemos tomado las riendas del grupo, hemos podido hacer nuestras cosas. Él, lógicamente, nos da los patrones, pero nos organizamos, por ejemplo, para comer juntos y hacer nuestras actividades. También han llegado un par de jugadores clave con mucha calidad.

-Ha habido cierto debate sobre el hecho de que haya un numeroso grupo de jugadores no nacidos en España en el XV del León.

-Yo, como padre de hijos franceses, lo veo un debate totalmente estéril. Entiendo que haya a quien le frustre que vengan jugadores de fuera que no representan a nuestra liga, pero una selección no es una liga. Creo que casi todas las selecciones españolas de otros deportes, fútbol, baloncesto o balonmano, han tenido nacionalizados. El número no es tan importante como aquí, cierto. Pero si vienen aquí es porque quieren. No ganamos primas millonarias, aquí no ganas unos bonus que nos resuelvan nada. Los jugadores que vienen de fuera ganan mucho más dinero en sus clubes, pero bastante más, que aquí en la selección. Para mí evidente está al mismo nivel que el que nace en Medina de Rioseco, como mi compañero de habitación que está aquí a mi lado, Alberto Blanco, que el que nace en Burdeos o Toulouse. Si un fidyiano que se afincó en España y lleva varios años aquí ayuda y está comprometido, ¿qué problema hay? Los franceses que juegan en el equipo, varios de ellos, son hijos o nietos de españoles que emigraron...

-¿Cómo ayudaría al rugby español la clasificación para la Copa del Mundo?

-A corto plazo no creo que en la liga española repercuta. Sí creo que puede ayudar en el efecto llamada, que se ensanche el rugby base, que los niños que lleguen al deporte sean más, que haya una llamada masiva. Creo que hay unas 30.000 licencias de juego ahora. Pues si pasamos a 40.000, siendo muy optimista, ayudaría esta presencia en Japón. La clave creo que es ensanchar la pirámide, que futuras generaciones aumenten el número de practicantes. No creo que a un corto plazo cambie mucho el panorama que hay ahora.

-¿Cómo notan el aumento del seguimiento mediático?

-Estoy aquí y hablo con los medios, pero no me gusta demasiado ese juego. Sé que es importante la presencia en los medios del rugby, pero a mí no me gusta aparecer, otros compañeros se desenvuelven muy bien. Sentimos que hay muchísima más ateción y se interesa más y eso da confianza, pero tampoco puede propiciar que ahora nos creamos lo que no somos. Por ejemplo, antes hablábamos de la victoria ante Rumanía. Vinieron a jugar contra nosotros después de ganarle por 80 puntos a Alemania, pensaban que iban a ganarnos fácil. Nos puede pasar lo mismo. Hemos ganado por 80 a Alemania, tenemos que evitar esa confianza. No te voy a responder sobre la Copa del Mundo, ahora mismo sólo pienso a las 13:00 horas del domingo en Bélgica. A partir de la 15:00 horas ya veremos. -Lleva más de una década jugando al rugby profesional.

-Vivo en Aix en Provence, cerca de Marsella. Juego en el Provence. Estamos cerca de subir a la segunda división francesa, que es una categoría profesional plenamente ya, con 16 equipos. Nos falta un partido más, casi como lo que le ocurre a la selección.

-Francia es otro universo, ¿no?

-Incomparable, a nivel mediático, económico... Se mueven muchos millones, hay un contrato televisivo muy fuerte. A nivel económico la que puede venir después es la Pro 14, con equipos italianos, galeses, irlandeses... Vienen jugadores del Hemisferio Sur, también están los mejores del Norte. Hay 14 equipos profesionales en la primera división y los 16 de la segunda también. 30 equipos profesionales. En España quizá los dos equipos de Valladolid y un poco Alcobendas son semiprofesionales. Para que te hagas una idea del seguimiento en Francia, hay un periódico de tirada nacional consagrado sólo a rugby, con 50 páginas de los equipos de primera y segunda y un poquito de nuestra categoría.

-Compatibilizar club y selección no es sencillo.

-Tenemos muchas problemas, he tenido encontronazos porque el entrenador insiste en que me quede en el equipo. La World Rugby deja muy claro que si el jugador quiere ser liberado en ventanas oficales no se pueden poner obstáculos para ir con la selecciones. Las competiciones no paran y ése es el problema, que en el rugby no es como el fútbol, en cuatro días no estás recuperado tras un partido. Y nunca paran las competiciones. Si los grandes del Top 14 que van con Francia tienen problemas... Otra cosa buena de conseguir el pase al Mundial sería que nos respetarían más en los clubes. Por eso lo que hablábamos antes de reproche por que vengan los jugadores no nacidos en España no me parece lógico. Todos hacemos un gran esfuerzo para jugar. -Juega de pilar, una posición que se suele tildar de desagradecida en el rugby.

-Para mí para nada es desagradecida. Para mí es un gustazo jugar ahí, es un combate en el que tampoco tienes mucha presión. Es verdad que a veces lo pasas mal, pero si todo fuera bonito... Para mí es una de las posiciones más agradecidas. La típica pregunta que te hacen de en qué posición te gustaría jugar diría de ocho. Pero ya después vendría pilar.

-Se suelen aplaudir los valores del rugby. ¿Se mantienen conforme se acerca a la élite?

-Se diluyen, no diría que se pierden. Se intenta transmitir, pero cuando aparece la mediatización y la monetización de las cosas y mides por dinero... Los valores se se difuminan. Al fin y al cabo, para que un equipo siga hay que ganar. Por ejemplo, se está hablando ahora mucho del problema de las conmociones cerebrales de los jugadores. Hay mucha polémica porque se dice que el rugby profesional y el amateur es lo mismo y no es lo mismo, evidentemente. Es una competición completamente distinta, cada uno con sus valores. En el rugby profesional nadie pone excusas, en el amateur si alguien no viene a un entrenamiento porque dice que está malo pues qué le vas a decir. Hay algunos valores comunes, como el respeto por el árbitro y el rival, el no discutir decisiones de los colegiados. Eso se sigue respetando.

-Empezó en Málaga a jugar antes de marcharse al Cisneros de Madrid. ¿Mantiene el contacto con la gente de aquí?

-Sí, claro. Con la gente del Rugby Málaga, con la del CR Victoriano de mi pueblo, con la de Marbella... Algo menos con el CR Axarquía y Nerja, pero también. Lo sigo. Estoy muy atento, la provincia de Málaga potencialmente podría ser puntera en España en el rugby, hay muchísimo potencial. Quizá falta una unificación, federar un equipo un poco más poderoso con los mejores. Hay mucho inglés o francés turista que seguramente se vería atraído si hubiera algo poderoso. Málaga tiene mucho potencial. Espero volver y en la cabeza tengo algún proyecto con el rugby.

-O sea, que su vida la proyecta en Málaga

-Mi idea es que no me queda mucho en el rugby, a los 35 cuelgo las botas, creo. Mi pareja, Magali, es francesa, como mis tres hijos (Mateo, Sofía y Elisa), pero pienso volver a Rincón de la Victoria, trabajar en Málaga, intentar ayudar al rugby, aunque sea en la base. A mí el rugby me dio mucho y creo que tengo que devolverle lo que me ha dado. Ya sé que el trabajo allí no está radiante, pero quizá montar alguna empresa. Soy licenciado en Ciencias Físicas con un máster en energía solar y renovables.

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