El Atlético Malagueño solventó su primera gran salida de la temporada. Les esperaba el temido Municipal de La Juventud, pero los chavales de Salva Ballesta salieron airosos y con los tres puntos en la buchaca. Lo hicieron gracias a un solitario tanto de Pedro Mérida en la segunda mitad. El ariete es el jugador en el que más se reconoce Salva de su equipo y ayer dejó buena nota de algunos de los motivos.

Si algo ha demostrado el filial en estas dos primeras jornadas es que no tiene la facilidad anotadora que demostró el equipo de Josep Clotet la pasada campaña, pero asumida esa carencia han ganado en otros valores que le han permitido contar sus partidos por victorias en este inicio de campeonato. Orden y seriedad defensiva. El equipo apenas concede ocasiones y ya acumula 180 minutos sin que ningún rival haya conseguido batir a Toni. Además, aprovecha a la perfección los goles que marca. Ante el Vélez bastó con el de Samu Castillejo, y en Mancha Real fue suficiente el de Pedro.

Los jiennenses, uno de los candidatos a estar en la pelea por las primeras posiciones, plantó cara y puso muy complicadas las cosas al filial malaguista. Aun así, el equipo respondió a las expectativas y supo llevarse un encuentro embarullado. Vencieron a las dimensiones del estadio y a un césped artificial que empequeñece la calidad que atesoran los blanquiazules. El primer examen fuera de casa se pasó con nota. Ahora, que pase el siguiente.