Más que cuestionable planteamiento táctico de Oli, que regaló 60 minutos al rival, esperando de forma absurda en su propio campo, para salir a la contra, ante el penúltimo clasificado. Pese a ello, los blanquillos dispusieron de ocasiones e, incluso, mandaron dos balones al palo.

Prometía el encuentro en el arranque, pues los locales pudieron adelantarse en el marcador varias veces. Sin embargo, poco a poco, los visitantes se hicieron dueños del balón, pero sin apenas mordiente. Ante el dominio talaverano, Oli colocó sus piezas en posición conservadora y el Marbella esperó atrás, sin apenas presionar, con la esperanza de cazar al rival a la contra.

En la segunda parte, le anularon un gol al marbellí Arias, pero entonces faltó eficacia y tiempo para sacar algo más que un pírrico y poco útil empate.