Fútbol l Segunda B

El Marbella recupera la ilusión en Melilla

  • Un gol en la prolongación de Carlos Rivera le da la victoria a los de Oli en un campo muy complicado

El Marbella recuperó ayer la ilusión de mantener la categoría en Melilla gracias a un gol de Carlos Rivera en la prolongación que rompía la imbatibilidad de los locales en el Álvarez Claro. El planteamiento más ofensivo del cuadro marbellí fue clave en el resultado final porque con su presión ahogó las principales vías de circulación del Melilla. Y es que en la primera parte los locales apenas salieron de su campo.

El primer acercamiento malagueño se produjo en el primer minuto cuando Dani remató alto un servicio desde la banda. La réplica melillense no se hizo esperar y en un saque de esquina botado por Migui llevaría el peligro a la meta defendida por Ávila. A partir de ahí el Marbella pasó a controlar el partido, aunque su dominio no se concretó en forma de ocasiones ante la portería de Dorronsoro.

El encuentro siguió casi sin ocasiones hasta el minuto 35, cuando Moncho realizó una buena aproximación en el área visitante, que la defensa mandó a córner. En el arranque de la segunda parte el partido parecía abocado a la misma dinámica del primer tiempo. De las botas del recién incorporado Antoñito llegó la primera ocasión clara. Recortó por dos veces a su par y tras internarse en el área rival sirvió el balón a Currás, que venía de cara para disparar a puerta.

Cuando el Melilla estaba más volcado en el área se quedó con diez jugadores por la expulsión de Marcos Suárez. Los locales supieron sobreponerse y jugaron mejor con diez que durante todo el partido. Poco más tarde Migui sería expulsado y dejaba a su equipo con con nueve jugadores.

Con dos hombres más, Oli movió su banquillo y dio entrada a Carlos Rivera, quien a la postre sería determinante en el resultado final. Un buen contraataque marbellí y un disparo del recién incorporado Rivas inquietaron la meta local, hasta que en el minuto 92 un rechace de la defensa azulina lo enganchó Rivera en el borde del área haciendo que la estirada de Dorronsoro fuera inútil.

Al término del partido, los locales se quejaron de la actuación del árbitro al considerar que les perjudicó claramente ya que, cuando más cerca tenían el 1-0, se quedaron con nueve jugadores y no pudieron luchar por la victoria.

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